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Amigdalitis

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Hasta hace algunos años, era común tener algún compañero de clases a quien se le habían extirpado las amígdalas. Hoy en día, debido a los avances científicos con que estamos, se exploran otras posibilidades además de la cirugía.

La Amigdalitis o Tonsilitis es la inflamación de las amígdalas, causada generalmente por una infección. Las amígdalas aumentan de tamaño y se observan enrojecidas; también pueden estar recubiertas por una capa blanquecina o amarillenta. El niño tendrá ardor en la garganta, dificultad para tragar, fiebre, vómitos, salivación excesiva y agrandamiento de los ganglios linfáticos del cuello.

Si su niño sufre amigdalitis a repetición, su pediatra puede recomendar alguno de los siguientes tratamientos:

1) Observación: a menudo las amígdalas y adenoides que se encuentran aumentadas de tamaño, se reducirán espontaneamente con el paso de los años.

2) Medicación: si la inflamación persiste, su niño puede tener una infección bacteriana, por lo que se requiere practicar cultivos y ofrecerle antibióticos.

3) Cirugía: La Academia Norteamericana de Pediatría recomienda cirugía en los siguientes casos:

A) Bloqueo de la vía respiratoria de tal magnitud que interfiera con la respiración.
B) Imposibilidad en la deglución.
C) Distorción severa del lenguaje.
D) Siete episodios de amigdalitis en el lapso de un año, o diez episodios en dos
años consecutivos o nueve episodios en tres años consecutivos.
E) Abscesos alrededor o detrás de las amígdalas.
F) Complicaciones cardíacas o pulmonares, causadas por el aumento excesivo
de las amígdalas o adenoides.

Las complicaciones relacionadas con este tipo de cirugía son muy poco frecuentes, sin embargo es importante participarle al otorrinolaringólogo la existencia de problemas anestésicos en algún otro miembro de la familia.

El niño no deberá recibir ningún alimento sólido o líquido antes del acto quirurgúrgico, para evitar accidentes que pudieran ocurrir durante la anestesia. Aunque el sangramiento es una complicación quirúrgica ocacional, existen algunos medicamentos que pueden alterar la coagulación sanguínea y deberían suspenderse dos semanas antes de cualquier intervención. (por ejemplo aspirinas).

Muchas de las amigdalectomías (tonsilectomías) se realizan de manera ambulatoria, pero en algunos casos es conveniente quedarse una noche en el hospital, especialmente si el niño tiene menos de tres años o sufre de alguna otra enfermedad.

Una semana después de la operación, el niño puede regresar al colegio, aunque pueden pasar dos a tres semanas para su completa recuperación. Con frecuencia, después de una amigdalectomía, escuchará un cambio en su voz, que pudiera durar seis a ocho semanas.

No constituyen indicaciones para cirugía de amígdalas o adenoides: amígdalas «grandes», resfriados o dolores de garganta a repetición, ausencia escolar, poco apetito, fiebre de origen desconocido ni mal aliento (halitosis).

Enviado por Mario Cabral

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