Un grupo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Boston (EEUU) afirma que una clase de antidepresivos ampliamente utilizada podría tener un efecto neuroprotector en las fases tempranas de la enfermedad de Parkinson.
El mecanismo de protección se basa en la inhibición del transporte de dopamina.
La acción de estos fármacos inhibe el transporte de dopamina, principal factor de muerte de las células.
La muerte de las neuronas dopaminérgicas en la sustancia negra produce las alteraciones motoras características de la enfermedad de Parkinson.
Se sabe que un exceso de dopamina puede provocar la muerte de las mismas células que la sintetizan debido a su poder de oxidación y de activación de los mecanismos de apoptosis.
Aproximadamente, existen 12 millones de personas que padecen Alzheimer en todo el mundo, y se prevee que para el 2025 llegarán a 22 millones. El cuadro aparece después de los 60 años, afectando al 5% de esta población, lo que se eleva a un 40% después de los 80 años.
Enviado por Grecia Alemán