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Autismo

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Descripción

También denominado Síndrome de Kanner. El autismo es una enfermedad que aparece en la infancia y se caracteriza porque hay una alteración de las relaciones sociales, del lenguaje, hay fenómenos rituales y compulsivos junto con un desarrollo intelectual bajo, normalmente.

Es más frecuente en varones, viéndose de 2 a 4 casos por cada 10.000 habitantes, pero esta frecuencia aumenta, si se incluyen los niños con retraso mental que muestran alguno de los síntomas que caracterizan al autismo.

Causas

Se ha relacionado su origen con la actuación materna en las primeras épocas de la vida del niño, pero no se ha visto ningún dato que lo confirme y ha quedado descartada.

Lo que sí se ha comprobado es la influencia genética, ya que los hermanos de autistas tienen el doble de probabilidad del resto de sufrir el mismo trastorno, o de sufrir trastornos del lenguaje, problemas de aprendizaje o de retraso mental.

En el autismo existe afectación cerebral viéndose en estudios de imagen como scaner o resonancia magnética que aparecen alteraciones de estructuras del cerebro, y que en algunos casos se asocia a enfermedades como rubéola congénita.

Pueden también aparecer crisis epilépticas, sobre todo cuando se alcanza la adolescencia, y más si se acompaña de retraso mental grave.

En resumen es un trastorno por alteración genética junto con factores externos que condicionan el desarrollo del autismo.

Síntomas

Normalmente aparece durante el primer año de vida, y nunca más tarde de los 3 años, bien de forma brusca o bien de forma insidiosa. El síndrome se define por alteraciones en la conducta, mientras que el nivel intelectual, y si existe o no alteración neurológica, se registran por separado. Hay alteraciones a distintos niveles:

Relación social: no hay respuesta emocional, el contacto ocular o no existe o huyen la mirada, no hay sonrisa, ni gestos como querer ser tomado en brazos, hay rechazo al contacto físico. En resumen, un distanciamiento extremo.
Lenguaje y comunicación: hay una grave alteración a este nivel y varía desde una ausencia total del habla (mutismo) hasta alteraciones a la hora de pronunciar. El habla normalmente se retrasa, tienden a repetir las palabras (ecolalia), el lenguaje no es comunicativo. Es frecuente que el niño autista se refiera a sí mismo con ¿tú¿ o ¿él¿ en vez de ¿yo¿.
Comunicación no verbal: no hay gestos acompañantes y la expresión de la cara no traduce información.
Relación con el mundo físico: el contacto con objetos es muy simple, consiste en agitarlos, girarlos o golpearlos, con movimientos anómalos de manos y dedos. Mantienen un riguroso orden de los objetos con una rutina que a veces les desencadena un tremenda ansiedad.
Mundo sensorial: hay una alteración de los canales sensoriales y perceptivos que conlleva bien una falta de respuesta o una respuesta exagerada ante un estímulo, con una menor reactividad frente al medio (hiporreacividad).
Trastorno del movimiento: toda una serie de movimientos en la posición de las manos, cabeza, dedos, de forma casi ritual, que no parecen ser del todo voluntarios y que en ocasiones pueden ser autolesivos y que se combinan con cortos periodos de absoluta inmovilidad.
Desarrollo intelectual: el retraso mental se presenta en 3 de cada 4 autistas, aunque la inteligencia puede ser normal. Si el coeficiente intelectual es menor de 50 tienen peor pronóstico auque esto depende de cómo se desarrolla el lenguaje hasta los 7 años.

EXPLORACIÓN.
El aspecto de estos niños suele ser normal, pero lo que está alterado es la expresión de la cara; la exploración debe realizarse por gente especializada (psicólogos) ya que los test que se realizan son difíciles de interpretar.

En la exploración neurológica puede haber alteraciones en la marcha, en los movimientos y como se ha mencionado en estructuras del cerebro.

Diagnóstico

Ante un niño con trastornos en su conducta y su lenguaje se remitirá a su pediatra y/o psicólogo que ante una exploración rigurosa que conlleva estudios de imagen, test psicológicos, se puede llegar al diagnóstico de autismo.

PRONÓSTICO.
Más de la mitad de los niños autistas consiguen un lenguaje suficiente alrededor de los 5 años, pero con alteraciones en lenguaje y habla, ya que hay afectación mental en muchos de ellos, incluso se ha visto algún caso de esquizofrenia en edad adulta.

Con el tiempo, mejora el contacto con los demás, pero no manifiestan claramente sus emociones, y sólo 1 ó 2% llegan a una normalidad plena, aunque muchos se integren en el trabajo y con los demás de forma casi normal.

Tratamiento

El tratamiento es el de los síntomas, y lo que se requiere es una enseñanza especial con una terapia conductual y que aplicada tanto en la escuela como por los padres ayudan a estos niños a desarrollar su lenguaje y contacto con los demás. Es muy importante esta intervención por parte de los padres para la educación y apoyo tanto a nivel social como emocional que necesitan.

Se han usado fármacos sobretodo para mejorar la agitación, el sueño y el lenguaje, pero a veces su uso está limitado por efectos secundarios.

Enviado por Juan Carlos Mory

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