Saludisima
×

Blanqueamiento dental láser

Compartir esta páginaShare on FacebookShare on Google+Tweet about this on Twitter

Una sonrisa radiante, amplia y con un brillo enceguecedor es la imagen clásica de un triunfador. Los comerciales de pastas de dientes las publicitan, la sociedad las valora y ante el espejo son el síntoma de una higiene bucal correcta; y hoy en día se puede lograr con el blanqueamiento dental láser.

Los nuevos métodos láser blanquean los dientes en una o dos horas. Con ello, dejan obsoletas las antiguas técnicas que demoraban semanas en dar con el mismo objetivo

Dentro de las últimas tendencias en esta materia, el láser ha mostrado ser uno de los métodos más rápidos y eficaces aunque, por el momento, se mantiene como una alternativa poco viable dado su alto costo.

Cristián Harris, odontólogo chileno, explicó que, posiblemente, el precio de los equipos y de los suministros necesarios disminuya en el futuro y que, en definitiva, el láser se transforme en la opción más común para tratar varias de las condiciones bucales.

¿Por qué?

Según explica el especialista, la gran ventaja del blanqueamiento dental por medio del láser es la rapidez del proceso, ya que en una hora y media o dos se puede lograr lo que métodos antiguos mostraban al cabo de varias semanas.

La clave está en la combinación de un láser específico (pues existen diferentes tipos) con un gel que contiene peróxido de Carbamida, partículas de cuarzo molido que dispersan el calor- y fotoiniciadores que activan el proceso por el cual, una vez que el láser se aplica sobre el diente, los químicos rompen la capa que lo recubre otorgándole un color más oscuro.

Sin embargo, destaca el especialista, el peróxido es un compuesto cáustico y, por lo tanto, no debe entrar en contacto con la piel del dentista ni del paciente. De aquí entonces que, en el proceso, el compuesto se manipule siempre con guantes y se proteja al paciente con una goma y un gel bloqueador para impedir que el peróxido toque la piel.

La técnica

En el procedimiento, el láser repasa hasta un máximo de seis veces la superficie del diente para liberarlo de las capas más oscuras. Lo bueno, destaca el especialista, es que el paciente puede ir observando entre cada una de ellas cómo va quedando el trabajo.

Sin embargo, si el tono natural del paciente no es claro, el láser podrá rebajar máximo dos tonos. Tampoco los resultados son buenos para aquellas personas que en su niñez se les administró tetraciclina (uno de los motivos de los dientes oscuros).

En el resto de los casos, el láser logra el blanco ideal o el tono que se busque. No obstante, es importante tener en cuenta que unos dientes blancos no tienen relación con una dentadura sana y que, por más brillo que emane de la boca, ésta -independientemente- puede tener caries.

Enviado por Jesús Herrera.

Agregar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*