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Cesárea: preparación, operación y recuperación

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La preparación

Si no constituye una urgencia, y se trata de una intervención programada, la cesárea es igual, en su preparación, a cualquier otro procedimiento quirúrgico. Después de tomarte muestras de sangre y orina para los exámenes de rutina, el anestesiólogo te hará una visita para platicar contigo sobre el tipo de anestesia que usará en tu caso.

Existen dos tipos de anestesia: la anestesia general, en la cual te duermen completa, y el bloqueo, espinal o epidural, que se aplica normalmente en la región lumbar (depende de cada médico) mediante una punción en la columna vertebral, y que es el más frecuentemente utilizado en las cesáreas, ya que no significa riesgo alguno para el bebé.

A la hora de pasarte a quirófano, te pedirán que te quites lentes de contacto, placas dentales que puedan ponerse y quitarse, y cualquier cadena, pulsera, reloj o aretes que traigas. Esto te dirá que es mejor dejar todo en casa: vete con tus lentes normales en vez de los lentes de contacto, y si te da pena irte sin la placa dental, puedes encargársela a tu esposo. También te sugerimos que vayas sin maquillaje, y con las uñas sin pintar.

La operación

Ya en el quirófano, o posiblemente antes, te colocarán un suero para poder pasar por ahí los medicamentos en caso necesario. También te pondrán una pequeña sonda en la uretra para colectar la orina.

En seguida, te aplicarán la anestesia y en cuanto ésta haga su efecto, procederán a hacer la cesárea.

Es importante que durante todo este procedimiento te mantengas calmada y relajada. Haz tus respiraciones y concéntrate en ese bebé que pronto tendrás en tus brazos.

Aproximadamente una semana después de la operación, ya podrás reanudar tu vida normal y dedicarte a disfrutar de tu bebé

Posiblemente, te colocarán una mascarilla de oxígeno, y casi seguramente pondrán una pantalla esterilizada a la altura de tus hombros, con el propósito de que no veas la operación, algo que podría impresionarte.

Como estarás anestesiada de la cintura para abajo, no tendrás dolor (si lo tienes, avisa). Sólo sentirás jalones y apretones, pero no pienses en lo que el doctor está haciendo en ese momento, sino en que todo esto está sirviendo para ayudar a nacer a tu bebé… hoy.

¿Y qué está haciendo el doctor? Después de que te limpien el abdomen con una solución antiséptica, el médico hará un corte o incisión no mayor a 8 ó 10 centímetros (depende del médico y de muchos otros factores), y sacará a tu bebé a través de la pared abdominal. En condiciones normales, este procedimiento no dura más allá de diez o quince minutos, al cabo de los cuales verás salir a tu bebé, escucharás su primer llanto y presenciarás cómo le cortan el cordón umbilical. Dependiendo de cómo esté, lo pondrán en tus brazos y en ese momento, sabrás que todo ha valido la pena.

La recuperación

Partiendo del supuesto de que estás sana porque has seguido nuestros consejos y te has cuidado adecuadamente durante el embarazo, la recuperación será rápida. Te quedarás en el hospital dos o tres días, al cabo de los cuales tu bebé y tú podrán irse a casa.

Te recomendamos que te levantes lo antes posible, en cuanto ya no te sientas débil. La primera vez que lo hagas debe haber alguien contigo, por si te mareas, cosa que es bastante frecuente. Mientras más rápido te muevas y camines, más pronta será tu recuperación y menos peligro habrá de que se formen adherencias.

Aproximadamente una semana después de la operación, ya podrás reanudar tu vida normal y dedicarte a disfrutar de tu bebé.

por Claudia Herrera

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