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Desarrollo del embarazo: Segundo trimestre

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Habitualmente, el segundo trimestre del embarazo es el que más se disfruta, ya que la mayoría de las molestias desaparecen, aunque la náusea y el vómito a veces persisten. Aún puedes moverte sin dificultad y existen otros cambios normales que llegarán incluso a causarles agradables sorpresas.

Alimentación

La fruta y la leche entera, aunque son alimentos sanos, tienen un alto contenido de azúcares y grasas respectivamente; estos compuestos hacen que tu apetito aumente. De consumirlos de forma abundante, tu peso aumentará inadecuadamente, así que te recomendamos consumirlos con moderación.

El pan y las tortillas se te empiezan a antojar. Consúmelos con moderación, sin pasarte.

Recomendamos comer proteínas como carne, pollo, pescado, huevo; también verduras, cereales, etc. que son para tu bebé como el ladrillo para una construcción; debes ofrecerle lo mejor alimentándote balanceadamente.

El promedio de incremento de peso mensual de la futura mamá es de 1 a 1.5 kg. En caso de que subas de peso desproporcionadamente a pesar de las indicaciones, será buena idea que busques la orientación de nutriólogo.

Toma muchos líquidos durante este trimestre. Hazlo entre las comidas y durante el día. Evítalo después de la cena para que descanses toda la noche, y no tengas que levantarte continuamente para ir al baño.

Actividad física

Si haces ejercicio o caminas mucho, no abuses, ni pretendas hacerlo como antes del embarazo, ya que esto puede provocar contracciones uterinas prematuras. Procura reposar en cama acostada de lado por lo menos media hora después de que termines tus ejercicios. Si tus piernas se empiezan a hinchar, es tiempo de acostarse media hora después de cada alimento, y trata de no estar demasiado tiempo sentada o de pie. Un buen remedio para esto es acostarte subiendo los pies (por ejemplo, apoyándolos en la cabecera de la cama), para que se descongestionen por gravedad.

Sé prudente y evita cargar cosas pesadas como niños, bolsas, cajas o muebles, subir escaleras de peldaños, o cualquier otra actividad que te haga perder fácilmente el equilibrio.

Actividad del bebé

El bebé se está moviendo continuamente desde la 9ª semana, pero tú no alcanzas a percibir estos movimientos, ya que tienen muy poca intensidad. Será entre la 18ª y la 20ª semana cuando empezarás a sentir «mariposas en el estómago«, o pequeños golpecitos. Disfrútalo y compártelo con tu esposo, ya que habitualmente esto es conmovedor y emocionante para la pareja.

El segundo ultrasonido se realiza por lo general a las 28 semanas (es decir, al 6º mes del embarazo). En él podrás saber el sexo del bebé si lo deseas. Este ultrasonido permite a los médicos valorar el crecimiento y la movilidad del bebé, la localización de la placenta, la cantidad de liquido amniótico y otros datos que le confirman que todo evoluciona normalmente.

Molestias

Son frecuentes en este periodo los dolores de cabeza de baja a mediana intensidad; pueden ser causados por comer chocolates, quesos fuertes, o exposición a la luz (de foco o solar) directa a los ojos. Tu médico recetará un analgésico suave y seguro para el bebé, que tomarás sólo en caso de dolor.

Es común presentar insomnio y algunas dificultades del sueño, y tener algunos sueños o incluso pesadillas desconcertantes e inquietantes, pero son sólo eso: sueños y pesadillas. ¡No les des importancia!

Las mucosas de la nariz y oídos suelen congestionarse, impidiendo la respiración o dando la sensación de que los oídos están tapados, sobre todo en las noches. A veces esto produce que empieces a roncar y amanezcas con dolor de garganta. Esto es normal, sólo procura utilizar un humidificador por las noches en tu recámara. En caso de presentarse sangrados nasales, lubrica las mucosas de la nariz con unas gotas de aceite de oliva.

Las encías pueden sangrar y producirte incomodidad, mal sabor de boca y ocasionalmente náusea. Mantén, ahora como siempre, una buena higiene bucal.

Puedes presentar incremento en la cantidad de flujo vaginal, éste es blanco y quizá con algunos grumos. Esto se debe a que el efecto hormonal hace que bajen las defensas, de ahí que las infecciones por hongos sean muy frecuentes. Repórtalo a tu médico en caso de que cambie de color a amarillo, o bien que tengas comezón, ardor o mal olor.

Al crecer el vientre puede existir una sensación de comezón en la piel del abdomen, lo que indica que se están «rompiendo» tus fibras más internas y que se formarán estrías. Una manera de reducir su formación es NO RASCÁNDOTE y aplicar en el vientre y los senos una crema humectante a base de lanolina. En el mercado hay productos de calidad específicos para este problema.

Frecuentemente, el ombligo empieza a desaparecer por la presión que ejerce el útero al crecer; esto puede producir cierto dolor, pero no te alarmes. Coloca una bolita de algodón dentro del ombligo, que puedes detener con cinta adhesiva o micropore, que es menos agresivo. Habitualmente esto basta para reducir las molestias.

El dolor de cadera de las embarazadas es muy frecuente, ya que el bebé aumenta de peso y ejerce presión sobre la pelvis materna. También puede influir que la mamá, al caminar o al sentarse, toma malas posiciones para compensar el peso del producto. Cuando te sientes, procura estar derecha, con la espalda bien apoyada en el respaldo de la silla. Evita estar parada, sentada, inclinada o caminando por tiempos muy prolongados. En caso de que conduzcas, coloca un cojín en la espalda a la altura de los riñones para que no fuerces la espalda; así mismo, evita el uso de calzado con tacón alto. Solicita a tu médico un folleto con ejercicios, y pídele que te recomiende un cojín para tu espalda y un soporte elástico de maternidad.

Es muy recomendable no acostarse boca arriba, ya que el peso de la matriz ocupada puede comprimir algunos vasos sanguíneos importantes y reducir la cantidad de sangre que llega al bebé. Recuéstate de lado o con una pequeña almohada en alguno de los costados para que estés ligeramente inclinada. Esto es vigente para el resto del embarazo: procura acostarte siempre de lado.

Estado emocional
Muchas mujeres embarazadas reportan que, en este segundo trimestre, empiezan a olvidar muchas cosas, tales como encargos, compromisos, llamadas, etc. Esto también es normal, y no debes preocuparte. Los olvidos son tan frecuentes que te llamará la atención que se te olvide hasta tu propio teléfono o el teléfono de tu mamá. No le prestes atención, estás tan despistada que lo único que puedes hacer es tomarlo con calma y platicarlo con tu pareja pidiéndole paciencia y comprensión a tus despistes.

En profundidad:
cuarto mes, quinto mes, sexto mes de embarazo.

Por Romina Yetsmain

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