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Desprendimiento prematuro de placenta

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El desprendimiento prematuro de placenta es la separación de la placenta del sitio de la implantación en el útero antes del nacimiento del feto.

¿Cuáles son sus causas?

Con frecuencia es difícil determinar las causas exactas del desprendimiento prematuro de placenta. Son raras las causas directas y definibles que la provocan. Incluyen factores mecánicos, como trauma abdominal (por ejemplo, por una caída o por un accidente automovilístico), pérdida súbita del volumen uterino, como ocurre con la rápida pérdida de líquido aminiótico durante el parto de un primer gemelo, o un cordón umbilical anormalmente corto, lo cual sólo constituye un problema al momento del parto.

¿Con cuánta frecuencia sucede?

Aproximadamente en 1 de 77 a 89 partos. La forma severa de este problema, que resulta en muerte fetal, ocurre solamente en 1 de 500 a 750 partos.

Factores de riesgo

Hay factores que predisponen a que ocurra un problema de desprendimiento prematuro de placenta. Los más comunes y mejor identificados son:

  • Historia médica pasada de placenta abruptio.
  • Hipertensión o tensión arterial elevada durante el embarazo.
  • Edad de la madre (a mayor edad, más posibilidades).
  • Número de partos anteriores.
  • Aumento en la distensión uterina (como ocurre con los embarazos múltiples), o con un volumen anormalmente alto de líquido amniótico.
  • Diabetes mellitus en la mujer.
  • Fumar.
  • Consumir bebidas alcohólicas durante el embarazo.

Síntomas

  • Sangrado vaginal.
  • Dolor abdominal severo.
  • Dolor de espalda severo.

Tratamiento

El tratamiento incluye reemplazo de fluidos por vía intravenosa, transfusión sanguínea, y un cuidadoso seguimiento de la mamá, buscando signos y síntomas de shock, así como signos de sufrimiento fetal (cambios anormales en el ritmo cardiaco del feto en relación a las contracciones, y/o violentos movimientos fetales).

En el caso de un feto inmaduro, y evidencia de sólo una pequeña separación placentaria, la mamá debe ser hospitalizada para observación, y dada de alta después de algunos días si no hay evidencia de que ocurra una abruptio.

Si el feto ya está maduro y en condiciones de nacer, el médico puede elegir un parto vaginal si el sufrimiento, tanto materno como fetal, es mínimo. De otra manera, la operación cesárea puede ser el procedimiento de elección para proteger a la madre y al bebé.

Cómo prevenirla

Es necesario evitar los malos hábitos que constituyen factores de riesgo. Un adecuado y continuo cuidado prenatal, y un diagnóstico temprano y buen manejo de enfermedades maternas como la diabetes mellitus y la hipertensión arterial, disminuyen el riesgo de presentar desprendimiento prematuro de placenta.

Enviado por Raúl Hernandez

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