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El nacimiento de un bebé

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El nacimiento de un bebé ha sido calificado, con acierto, como un milagro de la vida. Un proceso increíble que comenzó con la unión de dos células para formar un huevo, a partir del cual se desarrolló un ser humano completo, con alma, inteligencia, personalidad, sentimientos.

Y cuando ese bebé es tu hijo, el milagro es doblemente maravilloso. Un milagro que vives porque eres mujer, porque eres joven, porque estás enamorada, y porque tanto tú como tu esposo tienen, ya, la capacidad para ser padres.

¿Sabías que?
Cuando la fuente se rompe, la mujer piensa que ha expulsado una gran cantidad de líquido. La realidad es que el líquido que se derrama al principio no suele ser más de lo que cabría en dos cucharadas, ya que el resto queda retenido entre la cabeza del bebé y el cuello del útero.

¿Cuántos tipos de parto hay?

El parto es la forma en que tu bebé abandona su cómodo refugio dentro de tu vientre para comenzar su vida. Hay, básicamente, dos tipos de parto: el parto vaginal, también llamado parto natural, que como su nombre lo indica es cuando el bebé atraviesa el canal vaginal, o canal del nacimiento, y nace en la forma tradicional; y la cesárea, que se da cuando un cirujano obstetra lo ayuda sacándolo a través de una incisión en tu abdomen.

Los primeros avisos

El nacimiento de tu bebé no es un fenómeno súbito, sino un proceso que se anuncia mediante una serie de manifestaciones que te indican que la hora de su llegada se está acercando. ¿Cuáles son estas señales?

Síntomas del trabajo de parto

Ruptura de la fuente. A veces ocurre que el parto se inicia con una descarga, por tu orificio vaginal, de líquido amniótico, que se derrama porque el saco que lo contiene (se llama, claro, saco aminiótico), se desgarra. A esto se le llama «ruptura de la fuente», y puede ocurrir en el hospital, pero también puede sucederte en casa o en algún sitio público. No es motivo para preocuparse, pero sí deberás irte al hospital lo más pronto posible.

Expulsión del tapón mucoso. Otra señal de que el trabajo de parto está por comenzar es cuando expulsas una pequeña cantidad de moco con sangre. Esto tampoco debe causarte un ataque de pánico. Lo que sucede es que el cuello del útero pierde fuerza al acercarse la hora del parto, y suelta el tapón mucoso que lo obturaba.

Las contracciones. Este suele ser el síntoma más frecuente. Tu abdomen se pone duro, y con frecuencia esto duele. Es el útero, que ha comenzado a contraerse para expulsar a tu bebé. Al principio, las contracciones se presentan aproximadamente cada media hora, pero poco a poco se van haciendo más intensas, frecuentes y prolongadas, hasta que llega un momento en que se te hace difícil hablar o caminar mientras dura una contracción. Si eres primeriza, el momento de irte al hospital es cuando las contracciones son cada cinco minutos; si no es tu primer parto, entonces no debes esperar tanto, porque el proceso es mucho más rápido.

por Claudia Herrera

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