La endometriosis es una enfermedad crónica y dolorosa que afecta a 5½ millones de mujeres en Estados Unidos y millones más en el mundo. Ocurre cuando en el tejido que cubre el útero (el endometrio) se forman áreas fuera del útero, como los ovarios, las Trompas de Falopio y ligamentos que sujetan el útero, la superficie exterior del útero y otras partes de la zona pélvica. En casos muy raros, el tejido puede pasar a otras partes fuera del abdomen, como los pulmones.
Este tejido mal ubicado se desarrolla en lesiones o implantes los cuales responden al ciclo menstrual de la misma manera en que lo hace el endometrio. Cada mes el tejido se desarrolla, se descompone y se desprende en respuesta a los niveles de las hormonas femeninas como el estrógeno y la progesterona. Estas lesiones traen como resultado hemorragias internas, inflamación, dolor severo y crónico e infertilidad. La endometriosis es una condición progresiva que puede desembocar en daños significativos a los órganos reproductivos. Por tal razón, es necesario crear conciencia en las mujeres en cuanto a la importancia de atender estos síntomas de forma temprana para evitar daños mayores.
Los síntomas de la endometriosis son los siguientes:
La endometriosis se ha visto relacionada con un aumento en el riesgo de sufrir de alergia, asma y enfermedades auto-inmunes.