Fosfatidilserina

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Existen numerosos mitos acerca de cómo preservar la memoria, aquella parte de nuestro ser que se va gastando con el paso del tiempo. Unos dicen que se debe comer pasas, otros que es el chocolate el que activa la cabeza y algunos que el aceite de oliva preserva la rapidez mental. Lo que si es cierto es que la fosfatidilserina o phosphatidyl serine puede estar ligado a ellas.

El Phosphatidyl serine es un nutriente que se encuentra en el organismo y que vela por mantener la memoria.

Durante el envejecimiento, uno de los órganos que más se ve afectado es el cerebro y junto con él, su función de la memoria. Un remedio a base de un compuesto natural podría retroceder el reloj de las personas hasta en 15 años, aunque hay bastantes opiniones encontradas al respecto.

También está comprobado que es la actividad la que mejora la memoria. «Las personas que se mantienen en buen estado general, están activas y se interesan por cosas nuevas no tienen problemas de memoria», comenta el doctor Archibaldo Donoso, neurólogo especialista en Alzheimer de la Universidad de Chile, en Santiago.

Si bien todos estos «trucos» tienen algo de cierto, pareciera ser que la mejor herramienta contra este enigmático problema está guardada dentro de nuestro propio cuerpo.

Es que numerosos trabajos realizados en las últimas dos décadas reflejan que las personas que toman suplementos de Phosphatidyl serine (PS) recuerdan mejor los nombres, caras y números, entre otros elementos. El PS es un nutriente que se encuentra en forma natural en nuestro organismo y que está particularmente concentrado en el cerebro.

Entre ellos destacan 42 estudios y 17 experimentos del tipo doble ciego (a la mitad se le entrega el remedio específico y a la otra mitad una píldora inocua) que evidencian la efectividad del PS en la memoria humana.

Pero esto no es todo, ya que también existen imágenes del escáner del cerebro de una mujer aquejada de demencia: las primeras versiones mostraron su cerebro tan oscuro como una cueva sin salida, mientras que después de tomar Phosphatidyl serine, el cerebro apareció muy iluminado y lleno de células cerebrales en movimiento.

Retroceso del reloj

Hasta el momento no se ha descubierto cómo trabaja el Phosphatidyl serine para restablecer la memoria, pero lo que sí se sabe es que la cantidad de este nutriente no disminuye con la edad.

El biólogo celular norteamericano Parris Kidd, quien trabaja en California, es uno de los tantos investigadores que se encuentra trabajando en este tema y los experimentos que él ha llevado a cabo hasta el momento han arrojado resultados bastante positivos.

Su explicación al hecho de que la memoria disminuya con el avance de los años, es que a partir de cierta edad necesitaríamos una mayor cantidad de PS para tener una mejor memoria y habilidad mental.

Es por esto que Kidd es uno de los tantos partidarios de recetar suplementos de Phosphatidyl serine a los pacientes de mayor edad. «Su consumo podría retroceder el reloj biológico de una persona en 12 o 15 años», explicó el investigador a la revista Psychology Today.

El especialista recomienda a las personas que quieren mejorar su memoria tomar dosis de 200 a 300 milígramos diarios de este compuesto durante un mes, y luego bajarla a 100 mg.

Opiniones encontradas

Sin embargo, no todo es tan sencillo como llegar y tomar el remedio, ya que aún no está aprobado a nivel mundial y hay quienes no están de acuerdo con sus beneficios.

El doctor Donoso es uno de ellos, ya que comenta que «el Phosphatidyl serine no tiene un rol relevante en la protección del cerebro, por lo que no tiene ninguna utilidad real».

Quien tiene un pensamiento en la misma línea es el doctor Patricio Fuentes, neurólogo especialista en Alzheimer del Instituto Nacional de Geriatría, en Santiago de Chile. «No existe ningún medicamento que demostradamente produzca una mejoría cuantitativa en la memoria humana, y de hacerlo el incremento es bastante discreto». Además afirma que «no siempre lo que suplementes significa que va a tener un efecto positivo en la persona».

Enviado por Analí Gomez.