¿Sabía que existen más de cuatro millones de variedades diferentes de hongos? Se trata de microorganismos muy abundantes en la naturaleza, que se vuelven especialmente activos en ambientes cálidos y húmedos. Claro, no todos los hongos son preocupantes. De hecho, Luis Valdivia, dermatólogo peruano, dijo que sólo cuatro de ellos son patógenos para el hombre.
Al acudir a una ducha o piscina pública es imprescindible no caminar por el suelo con los pies descalzos.
Las infecciones por hongos pueden ocurrir en cualquier zona externa del cuerpo. Sin embargo, los pies son los más susceptibles, pues están más a su alcance. Por esto, la limpieza y el secado son fundamentales para prevenir.
Es que cuando los hongos entran en contacto con el cuerpo causan infecciones que pueden ser muy molestas. Para reproducirse necesitan mucha humedad y calor, ambiente que generalmente se encuentra en los pliegues de la piel -por ejemplo entre los dedos-, en los pliegues inguinales -entrepierna-, en las axilas, en el ombligo, bajo el busto y en la zona genital.
De esta forma, si bien los hongos pueden afectar a todo el cuerpo externo, la zona que se encuentra más susceptible a encontrarse con estos seres y a sufrir una infección son los pies. De hecho, el «Pie de atleta» es la más común de todas ellas.
Es por eso que cada vez que usted camina a pie descubierto por duchas, piscinas, gimnasios o vestuarios públicos, o utiliza zapatos o calcetines que no permiten que salga la transpiración hacia fuera, está exponiendo a su cuerpo al peligro de estos microorganismos.
El doctor español Lorenzo Sánchez, especialista en cirugía podológica de la Universidad Complutense de Madrid y de cirugía podiátrica del New York College of Podiatric Medicine, comenta que el » pie de atleta se produce generalmente por más de un hongo. La herencia, la transpiración, el uso de calcetines y zapatos no adecuados y factores inmunológicos intervienen en la adquisición de esta infección».
No todos los hongos producen infección. Para que ésta se produzca, los hongos tienen que penetrar en la piel, lo que se consigue si se presenta algunas de las siguientes condiciones:
Los primeros síntomas de contagio por hongos son casi imperceptibles. Pequeñas ampollas, fisuras, caspa, manchas y comezón son factores que alertan que los hongos ya se encuentran con todas sus armas en la batalla.
Otro signo característico de este tipo de infección -en el caso específico de los pies- es un terrible mal olor y un aumento de sudoración.
En todo caso, estos no son los únicos elementos que alertan, ya que dependen de la zona del cuerpo afectada. Para no confundir esta patología con otra cosa, hay que saber que pueden presentarse cualquiera de los siguientes síntomas:
Los síntomas pueden desaparecer y reaparecer, por lo que es importante seguir correctamente las indicaciones del tratamiento.
Este, obviamente, dependerá de la zona del cuerpo en que se localice la infección. El doctor Sánchez sostiene que «el tratamiento por vía oral se ha demostrado efectivo, pero los controles de análisis de sangre son necesarios, ya que la mayoría de los medicamentos se metabolizan en el hígado».
Pero no todo se resuelve con medicamentos. Además de los fármacos dirigidos al hongo, el doctor Valdivia explica que «se utilizan cremas, pomadas, polvos, líquidos y sprays».
La eficacia de los distintos productos depende de su uso correcto. Esto significa aplicarlo dos veces al día (mañana y noche), después de lavar y secar la zona afectada. También es fundamental que, a pesar de que los síntomas desaparezcan, se continúe algunos días con el tratamiento, para evitar una reaparición del hongo.
Enviado por Jesús Herrera.
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