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Las cremas protectoras no son un permiso para tostarse

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Muchas personas se pasan horas tostándose al sol en busca de la piel de una supermodelo. Pero cuidado, señala el Dr. Arnold Gurevitch, dermatólogo de la Universidad del Sur de California (USC). Cualquiera que pasa tiempo expuesta al sol debe usar una crema para protegerse.

Gurevitch dice que lo importante de las cremas y lociones protectoras es que tengan un alto nivel de protección contra las quemaduras. Esto se conoce como SPF (factor de protección contra el sol) y debe ser entre 15 y 30. El número de SPF generalmente aparece en el frente del producto.

Los grados de SPF se basan en los minutos que una persona puede estar al sol sin quemarse, cuando sale al sol por la primera vez durante el verano. El grado de SPF 2, por ejemplo, dobla el tiempo que una persona puede quedarse al sol. Si una mujer típicamente se quema después de unos 15 minutos, con el SPF 2 se quemaría después de 30 minutos. Usando una crema SPF 12, teóricamente la misma mujer no se quemaría por tres horas.

Por lo general, las cremas protectoras ofrecen más protección si tienen grados altos de SPF, pero una vez que pasan de SPF 30, realmente no se diferencian.

«Una crema con SPF de más de 30 probablemente no es necesaria, porque nadie se pasa 24 horas al día al sol,» dice Gurevitch. «Cualquier crema con un grado de SPF entre 15 y 30 es suficiente.»

Pero Gurevitch dice que la crema protectora no se debe considerar como un permiso para tostarse. «Muchos piensan que si usan una crema protectora, pueden quedarse al sol todo el día, pero no tienen razón,» dice Gurevitch. «No hay ninguna crema que se demuestre cien por ciento efectiva.»

Los niños en particular pueden sufrir al estar al sol, y las quemaduras del sol que ocurren durante la niñez se pueden asociar con ciertos tipos de cáncer que aparecen después de la adolescencia. Las cremas protectoras hechas especialmente para los niños contienen los mismos ingredientes que las cremas de los adultos, así que cualquiera de las dos sirve para los chicos.

No hay que olvidarse que cuando un niño o adulto nada o transpira, hay que reaplicar la crema varias veces para asegurarse que queda suficiente crema en la superficie de la piel. Si no, lo que empezó siendo un día divertido puede terminar como un día doloroso y peligroso.

ARNOLD W.

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