Mejora la salud dental de los colombianos

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«Los colombianos han mejorado en materia de salud dental, especialmente en lo relacionado con los hábitos diarios del cepillado de los dientes y una mayor preocupación por el buen estado de su dentadura, pero aún falta mucho por hacer», dijo la odontóloga Elizabeth Suárez, jefa de salud oral del Ministerio de Salud.

«El III Estudio de Salud bucal es resultado de una investigación que se inició en 1997 y en el que se tuvieron en cuenta los parámetros tanto de la Organización Mundial de la Salud como de la Organización Panamericana de la Salud», indicó la doctora Suárez.

De acuerdo con el estudio, aunque los colombianos han adquirido en una gran proporción el hábito de cepillarse los dientes y el uso de la crema dental, un gran porcentaje de la población padece de caries, placa bacteriana y cálculos.

«La población colombiana está hoy más consciente de la importancia de la salud bucal, aunque la gente está más interesada en lo que es la parte estética de la salud oral, como es tener los dientes blancos, no tener caries, no tener los dientes manchados etc., y en gran medida se desconoce el componente integral de la salud oral», dijo Suárez.

El elemento que más utilizan los colombianos cuando se trata de la salud oral es el cepillo y la crema dental. Un escaso porcentaje utiliza la seda dental debido a falta de dinero, desconocimiento o porque de alguna manera no lo consideran necesario, señala el estudio elaborado por el Ministerio de Salud.

«Algo que se debe resaltar es el interés que las madres ponen en el cuidado dental de sus hijos; muchas madres, por ejemplo, ya conocen la importancia de los dientes temporales, que la dentición empieza a hacer erupción a partir de los seis años, que el chupete es dañino, en fin, ya se maneja un lenguaje dental apropiado», expresó Suárez.

El estudio realizado por especialistas del Ministerio de Salud concluyó que aunque se ha progresado, más del 40 por ciento de los colombianos no consulta al odontólogo, toma analgésicos para el dolor de muelas, usan remedios caseros o se automedican y solamente consultan al dentista cuando la muela está destruida.

«Los índices han bajado desde que se hizo la última encuesta en los 80, pero aún se debe trabajar mucho más», dijo Sandra Tovar, coordinadora operativa del estudio en el que se analizaron las prácticas y conocimientos de casi 6,153 adultos y 3,599 niños.

HERNANDO ARANGO