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Oligoelementos que tu cuerpo necesita (para padres)

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Proteínas, carbohidratos, lípidos y vitaminas son sustancias orgánicas constituidas a base de carbono. Pero el cuerpo humano necesita también formas inorgánicas, (minerales) para su normal funcionamiento. Estos minerales (oligoelementos) participan en una serie de procesos bioquímicos indispensables para la buena salud.

Menos del 0,01 % del peso total del cuerpo humano está compuesto por oligoelementos, también llamados elementos traza, tales como: cobalto, cobre, cromo, germanio, yodo, litio, manganeso, molibdeno, níquel, selenio, silicio, vanadio y zinc, los cuales, junto al hierro, calcio, fósforo, sodio y potasio, forman parte de los minerales que se encuentran en el organismo.

En la actualidad, se ven con más frecuencia diversos grados de déficit de elementos traza y minerales que las deficiencias de vitaminas. Las personas que siguen dietas bajas en calorías, personas mayores, vegetarianas y embarazadas, corren peligro de desarrollar síntomas de carencia de algunas de estas sustancias.

Las vitaminas normalmente se presentan en cantidades similares en diferentes países del mundo, pero no es así en el caso de los minerales y oligoelementos. Se puede llevar una dieta que se considere “balanceada” y aún así desarrollar deficiencia de ciertos oligoelementos y minerales. Esta situación puede ser corregida solamente a través de cambios dietéticos o suplementos de oligoelementos.

Cada vez más datos científicos evidencian la relación entre el consumo insuficiente de algunos elementos traza (selenio por ejemplo) y el riesgo de sufrir cáncer, enfermedades de corazón y degenerativas.

Deficiencias nutritivas

La dieta promedio contiene cantidades superiores a 600 gramos de proteínas, carbohidratos y lípidos y debe garantizar el consumo promedio de 1.3 –1.6 grs. de minerales y oligoelementos.

Nuestro consumo de oligoelementos representa solamente 0.25 por ciento del consumo total de nutrientes, imprescindibles para que el organismo pueda asimilar el restante 99.75 por ciento.

Por ejemplo, el consumo total de zinc representa sólo 0.003% del total de los alimentos, pero su deficiencia puede repercutir negativamente sobre la salud de una persona.

Hay evidencias de que la mayoría de la población descuida el consumo adecuado de minerales y oligoelementos, lo que puede aumentar notablemente el riesgo de enfermedades de corazón y degenerativas, como también el de cáncer.

Recomendaciones para la embarazada

La mujer en estado de gravidez tiene mayor necesidad de minerales, oligoelementos y vitaminas, particularmente ácido fólico y hierro. La dosis recomendada de este último es de 15 miligramos de suplemento, pero algunas pueden necesitar más que esto.

El manganeso puede ayudar al organismo a asimilar mejor el hierro. Por lo tanto, también es necesario consumirlo en la dieta, así como la vitamina C.

Las embarazadas también tienen necesidades mayores de ácido fólico, magnesio y calcio, así como de fósforo, zinc, molibdeno y selenio. En ocasiones, los niños nacen con deficiencias de vitamina K y biotina, lo que puede provocar trastornos hemorrágicos en
recién nacidos.

De todos modos, usted deberá comentar con su médico sobre la cantidad exacta de cada uno de los minerales, oligoelementos y vitaminas que debe consumir mientras dure su estado de gestación.

Recomendaciones para después del parto

Las mujeres que sufren anemia, necesitan más de 50 mg al día para corregir su problema. Aquellas que toman suplementos de hierro para prevenirla, no deben ingerir más de 10 – 15 mg diarios.

La mejor forma de consumir hierro es comiendo carne. Otra buena fuente es el hígado.

Las menstruaciones disminuyen la cantidad de hierro en el cuerpo. Es prudente comenzar a tomar suplementos del mineral, especialmente si son más copiosas de lo normal o si está usando dispositivos intrauterinos, que predisponen al sangramiento.

Lo ideal es tomar suplementos de hierro entre las comidas. También es bueno acompañarlos con vitamina C para su máxima absorción. Las mujeres que toman preparados polivitamínicos deben saber que el calcio (particularmente el fosfato de calcio), disminuye la absorción de hierro. La vitamina C, en cambio, lo aumenta.

Los requerimientos diarios de otros oligoelementos prácticamente no varían después del parto, exceptuando el calcio que puede ser reducido hasta 800 mg una vez terminada la lactancia.

Y ¿qué hay de los esposos e hijos adolescentes?

Los hombres adultos que no practican ningún deporte normalmente necesitan doble dosis de vitaminas (menos el ácido fólico) y la misma cantidad de oligoelementos que las mujeres (excepto el hierro).

La mayoría de los adolescentes tienen niveles subóptimos de consumo de vitaminas y minerales. No es secreto para nadie que descuidan mucho sus dietas. Sería muy beneficioso para ellos consumir algún polivitamínico en la misma cantidad que el adulto y unos 10-15 mg de hierro, especialmente recomendable para las muchachas.

Si su hijo practica deporte

La vitamina E está indicada para todos los deportistas de resistencia en cantidad de 400 UI al día, como también lo está el hierro (10-15 mg/día). Es necesario además el consumo adecuado de vitaminas B2 y C (1000 mg), magnesio (400 mg), selenio (30 mcg), zinc (10 mg), cobre (2 mg) y, en caso de exposición del deportista a la contaminación ambiental (corredores, ciclistas), añadir megadosis de ácido fólico (800 mcg) y vitamina B12 (500 mcg), los que, según estudios científicos, poseen propiedades protectoras y pueden prevenir el desarrollo de cáncer.

Enviado por Jorge Urbano

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