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Preeclampsia durante el embarzo

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Durante los nueve meses que dura el embarazo, hay tiempo de sobra para imaginar, planificar y cargar de expectativas positivas el arribo del nuevo miembro de la familia.

A veces, sin embargo, aparecen dificultades que obstaculizan ese camino. Una de ellas, quizá la más grave, es la preeclampsia, una enfermedad que sufre el 10 por ciento de las embarazadas, por lo general durante la segunda mitad de su gestación.

«La preeclampsia es una condición médica que se caracteriza por presión arterial alta y elevados niveles de proteína en la orina», indica el doctor Jorge Pimienta, ginecólogo obstetra de Kendall Medical Center, en Miami.

Esto no significa que todas las mujeres que sufren de hipertensión desarrollarán preeclampsia durante su embarazo. Sin embargo, la probabilidad de que así sea es 20 por ciento mayor.

Además, muchas de las mujeres que sufren este desorden también tienen edema generalizado. Pero cualquier hinchazón. De acuerdo con la American Academy of Family Physicians (Academia Americana de Médicos de Familia), el rasgo distintivo es la hinchazón obvia en el rostro y manos o si ésta significa un aumento de peso de más de 5 libras (cerca de 2,5 kilos) en una semana.

Por ahora, la ciencia desconoce las causas de la pre-eclampsia, aunque tiene bien claros los riesgos por los que atraviesan las embarazadas y sus bebés.

«Si afecta la placenta, ésta puede obtener menos sangre de la que necesita y si eso ocurre, el niño recibe menos oxígeno y alimentos, por lo que puede nacer con bajo peso y otros problemas», explica el especialista.

La complicación más seria para la madre es la eclampsia, un desorden cuya manifestación son las convulsiones generalizadas y que, en sus casos más severos, puede conducir a la muerte.

Desdichadamente, la mejor forma de terminar con la pre-eclampsia y proteger a la madre y su hijo por nacer es inducir el parto.

Sin embargo, a veces eso no es posible por el tiempo de maduración del bebé. «En esos casos, se puede manejar con medicamentos y reposo hasta que sea el momento del parto», afirma el doctor Pimienta.

Y, para colmo, tampoco hay mucho que se pueda hacer para prevenirla. «Básicamente, mantener una dieta sana y balanceada, tomar suplementos de calcio y magnesio y acostarse sobre el lado izquierdo (esto incrementa el fluido de orina y quita peso de encima de las venas más grandes, como la vena cava)», añade.

De ahí la importancia de detectar a tiempo esta enfermedad, algo fácil de lograr cuando se efectúan las visitas médicas regulares que los especialistas aconsejan hacer durante el embarazo.

«El cuidado prenatal rutinario juega un papel clave en la identificación de la pre-eclampsia, porque cada vez que una futura mamá consulta a su obstetra, éste le mide la presión arterial y le pide análisis de orina precisamente con ese fin», asegura el profesional.

GABRIELA ABIHAGGLE

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