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Prisioneros de su propia adicción

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«Hábito de quienes se dejan dominar por el uso de alguna o algunas drogas tóxicas». Esa es la definición de la palabra adicción que da el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua. Y es la connotación que la mayoría de las personas atribuye al término.

Las drogas, el alcohol, el juego, el sexo, el consumismo, Internet, el trabajo, una persona… Muchas cosas pueden desatar una adicción. ¿En qué consiste esta patología? ¿Cómo enfrentarla? Son interrogantes que preocupan a la psicología y a la psiquiatría.

El tabaco es una de las adicciones más fuertes.

Sin embargo, bajo la perspectiva psicoterapéutica actual, esta visión está ampliamente superada. Hoy, la palabra adicción no se puede circunscribir sólo al uso de ciertas drogas o al acoholismo; ni siquiera se refiere exclusivamente a sustancias tóxicas.

Una definición más moderna es la que da el psiquiatra español José María Vázquez Roel, fundador y director de la Clínica Capistrano, centro médico especializado en adicciones que funciona en Palma de Mallorca. El escribe: «La adicción es un hábito (respuesta aprendida repetitiva) de carácter negativo o nocivo para la salud, hacia el consumo de sustancias o hacia cualquier tipo de situación potencialmente placentera o reductora de tensión psíquica».

Desde este punto de vista, infinidad de cosas podrían convertirse en objeto de adicción, incluso algunas que normalmente tienen una connotación positiva, como el sexo, la comida o los deportes. No necesariamente provocarán daño físico, pero sí psicológico y conflictos con las demás personas.

Adicción y dependencia

Al hablar de adicción, es importante diferenciar el término de otros problemas parecidos.

Por ejemplo, no es lo mismo que «dependencia». Esta última denota la idea de que no se puede prescindir del mal hábito. El adicto sí puede dejarlo por un tiempo, pero inevitablemente volverá a caer en él. Es el caso del adicto al alcohol que no bebe todos los días, pero sí lo hace todos los fines de semana.

Una dependencia es una adicción llevada a grados extremos, lo que queda perfectamente graficado, por ejemplo, con la dependencia física a cierto tipo de drogas, iniciada en una conducta adictiva. En todo caso, no es fácil clasificar estas conductas, pues todas las adicciones tienen características diferentes.

Como forma de ordenar su estudio y tratamiento, sin embargo, las adicciones están divididas en dos grandes grupos: las químicas (léase sustancias químicas o que provocan reacciones químicas en el organismo) y las no químicas.

Adicciones químicas

Sustancias químicas o que provocan reacciones químicas en el organismo.

Sustancias sedantes o depresoras

  • Alcohol
  • Opio
  • Barbitúricos
  • Marihuana

Sustancias activantes

  • Alcohol
  • Nicotina
  • Cocaína
  • Anfetaminas
  • Cafeína

Adicciones no químicas

  • Compras
  • Juego
  • Dinero
  • Poder
  • Internet
  • Trabajo
  • Comida
  • Sexo
  • Personas
  • Deportes

El origen de las adicciones es multifactorial. Se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales. Por ejemplo, la adicción a las drogas tiene un sustento biológico, pero la adicción al juego es psicológica y la adicción a las compras, social.

Aunque cualquier individuo potencialmente puede llegar a ser un adicto, hay algunas personas que, por sus características psicológicas, son especialmente propensas a la patología. Se trata de quienes sufren trastorno de personalidad.

La psicóloga clínica Ana Méndez, quien trabaja en la Clínica Capistrano, dijo que «un porcentaje bastante elevado de adictos que inician tratamiento tiene diagnóstico de trastorno de personalidad. Cuando este diagnóstico aparece, instamos al paciente y a su familia a dar gran relevancia a la psicoterapia. De lo contrario, el índice de recaídas posteriores es mucho mayor».

Algo similar ocurre con las personas inseguras y dependientes del apoyo de otros para enfrentar sus propios problemas.

Permanente negación

Una de las complejidades de la adicción en todas sus formas es que quien padece esta patología no se da cuenta o, simplemente, no reconoce el problema. Por ello es clave el apoyo de la familia y amigos. Frecuentemente son ellos quienes perciben la patología y recomiendan la consulta a un especialista.

Algunos síntomas que permiten aventurar cuándo una persona se está convirtiendo en adicta son:

  • Daño o deterioro progresivo de la calidad de vida del individuo, debido a las consecuencias nocivas del hábito negativo.
  • Pérdida del control caracterizada por una práctica compulsiva de la conducta adictiva.
  • Negación o autoengaño. El afectado no percibe la relación entre la conducta adictiva y el deterioro personal.
  • El adicto tiende a continuar el consumo o la conducta nociva, pese al evidente daño personal involucrado como consecuencia.

Según Ana Méndez, «la línea que marca el inicio de una adicción es la pérdida del control. Es cuando el alcohólico no es capaz de dejar de beber, pese a que sinceramente no quiere seguir haciéndolo. Seguido a esto viene la fase de negación. Niega el problema a sí mismo y a los otros. En un segundo nivel lo niega sólo a los demás; reconoce que hay problemas, pero se siente capaz de controlarlos cuando se le antoje. En esta fase culpa a factores externos, como el trabajo o la familia. Sólo cuando hay aceptación del problema puede comenzar el proceso de recuperación».

Tratamientos

Para beneficio de los adictos, en todos los países existen actualmente varios centros de tratamiento, algunos asociados con entidades estatales y otros no gubernamentales. En éstos se realizan diversos tipos de tratamiento. Los más comunes son:

Tratamiento ambulatorio: el paciente lo realiza sin trastocar su vida cotidiana, proque no es aislado.

Tratamiento hospitalario: el paciente se aísla en un centro hospitalario, para su desintoxicación o para facilitar el inicio de la recuperación. Se evitan las suceptibilidades de manera temporal.

Tratamiento residencial: el paciente habita en un ambiente de comunidad terapéutica en el cual convive con otras personas en recuperación.

La determinación de uno u otro tipo de tratamiento dependerá de la gravedad de la adicción y también de las caracterícticas personales del afectado. Hay quienes reaccionan mejor al aislamiento, pero otras personas, altamente afectivas, necesitan estar rodeadas de sus seres queridos en todo momento.

Un detalle vital es la evolución del paciente una vez que el tratamiento ha terminado. La etapa posterior, de reinserción social, es tanto o más importante. Una recaída puede implicar una vuelta a cero de todo lo avanzado anteriormente. Es en estos momentos cuando es más necesaria que nunca la colaboración de las personas más cercanas al adicto.

Enviado por Hiro Haymi.

2 comentarios

  1. jorge

    21/06/2013 at 21:42

    Si alguno de tus seres queridos tiene problemas con el alcohol, seguramente te preguntaras como ayudarlo. Claro que puedes ayudarlo, pero existen aspectos que debes tener en cuenta para alcanzar el objetivo. Demostrando firmeza y paciencia podras hacerlo. Si no las pones en practica, podrias incluso colaborar a que sumerja aun mas en el alcohol.

    El camino de rehabilitacion del alcoholico puede ser largo y dificil, pero hay esperanzas. Primero, debes informarte de los modos en que puede recibir ayuda. De otra forma, intentar aconsejar o ayudar a un alcoholico puede ser una experiencia frustrante. La situacion es tan compleja y confusa que requiere de dos caracteristicas en particular:

    Paciencia y firmeza

    La paciencia y longanimidad son dos aspectos del caracter humano que no se logran con facilidad pero son importantes para ayudar a un ser querido que se encuentra atrapado en la telarana del alcohol. Esto aplica a todos los que lo rodea, sean familiares, companeros de trabajo o estudio, amigos, medicos y hasta los guias religiosos.

    Con estas caracteristicas presentes, debes llevarlo a un centro de rehabilitacion donde puedan brindarle la ayuda medica que necesita, tanto fisica como psicologica, a fin de vencer el problema de la bebida. Y si el llego al punto de pedir ayuda por si mismo, ejercer longanimidad y paciencia para ayudarlo en el comienzo de la rehabilitacion, de modo de recuperar su bienestar y transformarse en un ser valioso para la familia y la comunidad. El comienzo sera dificil para ti y tambien para todos aquellos que quieran ayudarlo.

    El actor mexicano Eduardo Santamarina admitio que es alcoholico bajo tratamiento. “Tocas fondo cuando ya no puedes mas. Cuando te empiezan a asaltar las ideas de suicidio, que no te gusta nada, no te gusta el agua fria, no te gusta el agua caliente, no te gusta el agua tibia, empiezas a tomar por todo y por nada y ya nada te es suficiente”, dijo en el programa “Don Francisco Presenta”.

    La otra caracteristica fundamental que necesitas desplegar si deseas ayudar a un ser amado a recuperarse del alcoholismo es la firmeza. En algun lugar y de alguna forma, solemos aceptar y excusar a quien bebe en exceso. Pero ese es un error.

    Es clave que lo reprendas pues en su progreso hacia el alcoholismo, el o ella desarrollan tres caracteristicas: Se tornan peritos en la mentira. Procuran alguien en quien apoyarse y se torna muy dependiente. Piensa solamente en su persona y prefiere quedarse en soledad. De hecho, su personalidad se transforma en egocentrica y antisocial.

    Si quieres ayudar a tu ser querido alcoholico, no solamente el vicio debe ser debilitado y acabado, sino que su personalidad debe ser redirigida y transformada. Si te miente, debes hacerle saber, con calma y firmeza, que ves su mentira. Cuanto mas temprano llegue al punto de encarar la verdad, mas rapido se liberara de este vicio que acaba con la salud y la vida de miles de personas a traves de todo el mundo.

    Felix Stuart es un experto en tratamiento del alcoholismo y esta revelando secretos para superar el vicio del alcoholismo, para saber mas de el haz clic aqui ahora mismo.

    http://www.milagroparaelalcoholismo.com

  2. Virginia López Bello

    22/11/2010 at 12:09

    CUANDO UN FAMILIAR NO RECONOCE SER ADICTO (ALCOHOL, COCAÍNA, PORROS, PASTILLAS)

    MENSAJES E INFORMACIÓN PARA LA FAMILIA

    – Nunca olvide esto: las adicciones son una enfermedad, no es un vicio. Por tanto, su familiar está enfermo.

    – Si desea curarlo, sea ecuánime y paciente.

    – Evite las discusiones sobre el tema. Dígale que usted solo desea cuidar de él y que tenga una vida mejor.

    – Evite entablar una conversación sobre el tema cuando esté bajo los efectos de la sustancia motivo del problema.

    – Aproveche los momentos en que no esté bajo la influencia de la sustancia tóxica, para contarle como actúa cuando lo está, pues muchas veces no recuerdan lo que ocurre.

    – Anímelo y pregúntele cómo ayudarlo más.

    – Demuéstrele que cree en su esfuerzo para recuperarse.

    – Su principal arma es el cariño.

    – Recuerde que se necesitará tiempo.

    – Potenciar su presencia en la comunidad, la familia, hacerle sentir valioso.

    – Estimular el desarrollo de sus preferencias y gustos para ocupar el tiempo libre de manera saludable y productiva, con el hobby que tenga o que tuvo.

    – Posibilite su participación en grupos artísticos o equipos para la práctica de deportes.

    – Estimular la práctica de juegos de mesa (dominó, ajedrez, damas, parchís), en el seno de la familia y de la comunidad.

    Les deseo muchísima suerte. El 50% de la recuperación lo hace el paciente en el momento en el que acepta tener un grave problema y reconoce su enfermedad. El otro 50%, es la parte del Tratamiento con profesionales.

    Espero haberos ayudado, no obstante, si necesitáis algo más de información, llámenme.

    Un abrazo y mucha suerte.

    Virginia López Bello

    [email protected]

    http://www.centroaupa.com

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