Saludisima
×

Quemaduras en los niños

Compartir esta páginaShare on FacebookShare on Google+Tweet about this on Twitter

Lo menos que hacen los niños durante sus inagotables juegos, es pensar en los peligros que los rodean y las consecuencias de sus actos, por lo que frecuentemente sufren heridas o quemaduras de la piel, que se deberán atender en el sitio donde ocurran, en medio de desgarradores alaridos ocasionados por el miedo y dolor.

Anualmente miles de niños resultan con diversos tipos de heridas o quemaduras, muchos son hospitalizados, algunas fallecen y otros sufren traumas psico-sociales permanentes, como consecuencia de cicatrices deformantes o amputaciones.

Muchos de los accidentes en los que se ven involucrados los niños pueden ser resueltos en casa; otros requerirán de atención especializada. Es importante reconocer cada caso para ahorrarse sustos, molestias innecesarias, tiempo, esfuerzo y dinero.

Clasificación y características de las quemaduras

Las quemaduras se pueden clasificar según su profundidad y características en tres grados:

Quemaduras de primer grado

Afecta la capa superficial de la piel (epidermis). La piel presenta enrojecimiento y dolor. Este es el tipo de quemadura que usualmente ocurre por exposición solar excesiva o por líquidos calientes.

Quemaduras de segundo grado

Afecta toda la epidermis. La piel se observa roja, dolorosa, húmeda y con ampollas.

Quemaduras de tercer grado

Afecta toda la piel (dermis y epidermis) y las estructuras debajo de ella: (grasa, músculos, articulaciones o huesos). La piel se encuentra seca e indolora o carbonizada.

¿Cómo manejar estos problemas?

– Prevenir es mejor que lamentar: evite accidentes vigilando a su niño, especialmente si es tremendo. No permita que juegue en la cocina, con fuego y no deje encendedores, fósforos o cuchillos a su alcance.

– El primer paso en la atención de estos accidentes es limpiar la zona afectada para minimizar los riesgos de infección por lo tanto deberá lavarla con abundante agua fría, lo que alivia el dolor y la inflamación al mismo tiempo que limpia y enfría la zona.

– Una vez que esté limpia, revísela cuidadosamente para conocer su extensión, profundidad y cuáles estructuras están afectadas.

– En caso de heridas, proceda a detener el sangramiento, simplemente ejerciendo presión con una gasa. En caso de quemaduras, no rompa ni agujeree las ampollas ya que podría originar una infección. Si alguna ya se encuentra rota, retire cuidadosamente los residuos de piel.

– Posteriormente podrá aplicarle antisépticos como, por ejemplo, agua oxigenada o aplicar cremas a base de antibióticos, cubriendo con una gasa estéril. Las gasas se sostienen con vendajes y se deberán cambiar diariamente.

– Este será el único tratamiento necesario para las heridas o quemaduras menores. Las lesiones mayores, es decir, aquellas de gran extensión o profundidad o las que afecten cara, manos, pies o genitales y los casos en que no se logre detener el sangramiento, requerirán atención médica de urgencia.

– Si su niño ha recibido tres o más dosis de vacuna triple D.P.T., no requerirá la aplicación de toxoide antitetánico, a menos que se trate de una lesión muy contaminada y hayan transcurrido más de cinco años de la última dosis.

– Para aliviar el dolor se le puede ofrecer un analgésico como Acetaminofén o Ibuprofen.

– Comuníquese a la brevedad con su pediatra para notificarle el accidente o acuda a algún servicio de emergencias.

Enviado por María Isabel Romero

Agregar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*