Por diversas razones, los padres se están abocando, cada día más, hacia los medicamentos naturales para sus hijos. No son los únicos: la comunidad médica parece estar aceptando los logros de productos derivados de las hierbas. Pero, ¿son realmente saludables para los niños?
Los padres de Carola, de 3 años, le han estado suministrando remedios basados en hierbas desde pequeñita. La están criando con la noción de que cualquier síntoma o afección puede ser tratado y mejorados a través del uso de medicamentos naturales. De hecho siguen aplicando el mismo procedimiento: té de camomila para cuando se encuentra un poco irritada o una infusión de toronjil para los nervios funcionan de maravilla en el organismo de Carola. «Las medicinas naturales han estado ahí por siglos», comenta Juana la mamá de la pequeña. «Por eso no sería muy alocado pensar que hay mayor seguridad en éstas que en las medicinas convencionales. Yo, al menos, me siento más tranquila utilizándolas».
Esta historia hace eco en miles de otras que hablan acerca de las maravillas de la homeopatía. Y es que ya son cada vez más los doctores que recomiendan su uso para combatir las enfermedades tradicionales. Por ejemplo, echinacea para eliminar el resfriado, camomila o lavanda para los cólicos y raíz de jengibre para estimular el apetito. Quizá la ciencia esté revisando un poco el pasado y aprendiendo de nuestros ancestros, que trataban sus dolencias y padecimientos con la única herramienta que tenían a su alcance: la naturaleza.
La medicina natural se ha convertido en un negocio bastante lucrativo. En Estados Unidos, el país que más compuestos de hierbas consume, se cuantificaron casi 4 millardos de dólares durante 1999 provenientes de este ramo de la economía.
Alimentando el empuje de estas ventas, al menos en parte, se presenta evidencia científica que parece indicar que algunos de esos productos realmente pueden mejorar los síntomas de enfermedades menores. Esto explica porqué la medicina alternativa está ganando muchos adeptos dentro de las corrientes conservadoras de la medicina.
Por muy prometedores que suenen los medicamentos herbáceos, debes estar atenta de algunas cuantas cosas antes que decidas suministrar la medicina al niño.
En primer lugar, ten en cuenta que muchas de estas hierbas no han sido probadas en niños, por lo que pueden aparecer algunos efectos secundarios indeseables. Por ello, es muy importante que observes y cuentes con la supervisión del pediatra de tu hijo para ver si está bien que le des la medicina o no.
Hay otra razón de peso para consultar al pediatra: los síntomas persistentes de enfermedad -especialmente en niños menores a los 2 años- pueden ser el indicador de un problema mayor. Tratar el problema con hierbas no es un argumento para dejar de llevar al niño al médico.
Aunque las medicinas herbarias son particularmente buenas durante los primeros estadios de padecimientos leves, algunos médicos afirman que nunca llegarán a sustituir a las convencionales.
Los medicamentos más recomendados por los doctores son:
Aunque muchas medicinas naturales son consideradas seguras y efectivas, otras pueden tener efectos secundarios bastante dañinos. Debes saber que:
No existe una rama del gobierno que se encargue de inspeccionar el proceso de manufactura de los remedios naturales. Aunque la mayoría de los productos no presentan problemas, existen algunas medicinas importadas de China y México, principalmente que pueden presentar anomalías en cuanto a pureza y potencia.
Algunos de estos productos pueden contener metales en su composición -especialmente mercurio y arsénico- así como drogas potentes (esteroides, antibióticos y sedantes).
A la hora de decidirte por la medicina no tradicional, recuerda que el mero hecho de que un producto se autocalifique de «natural», no quiere decir que es completamente seguro.
Cuando vayas a comprar un producto natural, debes tener en cuenta ciertos consejos que te ayudarán a seleccionar el mejor medicamento.
Debe tener impreso el nombre de la planta de la que fue producido, la parte que se usó de la misma, el nombre en latín, instrucciones de uso, fecha de expiración, advertencias sobre los posibles efectos secundarios y el nombre y número telefónico del productor. Tendrás más seguridad acerca de lo que hay en la botella y estarás al tanto de que es manufacturado por una compañía establecida.
La etiqueta debe contener esta información también. Así sabrás que estás recibiendo suficiente cantidad del ingrediente activo en cada dosis, así como el mismo producto con la misma potencia en cada botella nueva que adquieres. Puedes consultar a un homeópata o una enciclopedia de hierbas para averiguar acerca del ingrediente activo del producto natural que piensas comprar. Los clichés más utilizados, como «excelencia estándar», no deben presentarse como un punto válido.
Las tinturas, que son esencias botánicas concentradas, pueden contener alcohol (como preservativo de las propiedades activas de la hierba). Pero el uso prolongado de este tipo de productos en niños, puede producir mareos y otros efectos secundarios. Es más recomendable que busques productos que contengan otras sustancias preservantes.
Enviado por Grecia Alemán