Desde el momento en que nacemos, la vida se despliega como la lucha constante contra la fuerza congeladora en la que la muerte, algún día, nos atrapará.
El sueño de tener una piel siempre joven es algo que la medicina aún no logra hacer realidad. Mientras, existen ciertos consejos que se pueden seguir para aumentar su vida útil.
Y en este movimiento incesante por vivir, nuestro cuerpo se desgasta, los sistemas se corrompen y, querámoslo o no, la edad deja sus marcas; en nuestra vida, en nuestros órganos y en nuestra piel.
Sin embargo, una de las principales preocupaciones, son las marcas que el paso del tiempo deja en la piel; esas que habitualmente llamamos arrugas y que pocos reciben como un halago.
En términos biológicos, las arrugas se producen por la pérdida de elasticidad de las fibras que componen la dermis, capa intermedia de las tres que conforman la piel.
Aparte de las consideraciones étnicas (las pieles más oscuras sufren menos arrugas), existen muchos hábitos y situaciones que se pueden prevenir para evitar un excesivo envejecimiento de la piel.
La directora de la Sociedad Chilena de Dermatología, Rosamary Soto, advierte que la mayoría de las arrugas provienen de los efectos acumulativos que tiene la exposición a los rayos solares. Agrega que la mitad del daño ya está hecho para cuando las personas cumplen 20 años.
Además son las mujeres, por tener una piel más delgada y ser más amantes del sol, las que están más expuestas no sólo a las arrugas sino también a desarrollar cáncer u otras enfermedades.
Junto con las arrugas de la edad, la piel también presenta en muchos casos manchas, principalmente en la cara y en las manos, que tienden oscurecerse y agrandarse con el tiempo.
Con la edad, también aumenta el riesgo de presentar dermatitis dado que la piel se vuelve más sensible al contacto con los químicos de los perfumes, detergentes y otros productos de uso cotidiano.
Tal como el personaje de Dorian Gray que en el libro de Oscar Wilde soñaba con la eterna juventud, muchas personas buscan evitar el envejecimiento con cremas y tratamientos que ayuden a evitar la decandencia de la piel.
Si bien la ciencia no ha logrado dar respuesta a esta búsqueda humana de detener las huellas del paso del tiempo, existen métodos y hábitos que ayudan a que el órgano que recubre todo nuestro cuerpo no se deteriore:
Además, existen métodos usados por los especialistas que tienen resultados positivos pero deben ser diagnosticados para cada caso en particular, por ejemplo:
FUENTE: Rosamary Soto, Directora De la Sociedad Chilena de Dermatología, en Santiago.
Por Miguel Valdivia