A entrenarse para ser independientes

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Que el ejercicio moderado es una herramienta para cuidar la salud es bien sabido. Sin embargo, cuando se comienza a adentrar en la tercera edad, por miedo a las lesiones o simple flojera, las personas frecuentan menos la actividad deportiva y, por cierto, su organismo resiente las consecuencias.

Un nuevo estudio norteamericano viene a probar ahora que el ejercicio en la tercera edad puede ser un factor fundamental en la mantención de la independencia y prevención de las restricciones típicas de la tercera edad.

Pasados los años el organismo comienza a presentar los síntomas del paso del tiempo; el ejercicio podría ser la respuesta para mantener la independencia durante estos años.

La independencia, preciado bien que a menudo va siendo minado con el paso de los años, sería la gran recompensa a cambio de mantener hábitos de vida saludable que incluyan el deporte como preparación a la vejez.

Para el estudio, los científicos sometieron a 250 pacientes de más de 60 años, con artritis en las rodillas pero sin incapacidad al momento de iniciar el estudio. Luego de seguir los casos por 18 meses e iniciar a los pacientes en entrenamientos aeróbicos y de resistencia, se comprobó que el ejercicio los había protegido de las incapacidades propias del tipo de enfermedad que presentaban.

Con esto, los científicos demostraron que la mantención de una actividad física razonable puede ayudar a conservar la independencia en la tercera edad, incluso en condiciones especialmente devastadoras, el ejercicio puede ayudar a combatir el atrofiamiento del organismo.

Los próximos pasos son realizar estudios en la población de adultos mayores que, lo más seguro, vengan a confirmar los beneficios de una actividad física moderada y constante en el buen mantenimiento de nuestro cuerpo.

Enviado por Anaís García