Resulta fundamental conocer cómo ocurre el proceso del crecimiento en condiciones normales para así poder detectar alteraciones en este sentido, ya que en muchas ocasiones, las alteraciones del crecimiento son la primera manifestación de muchas enfermedades de cualquier naturaleza.
Pues bien, el crecimiento se define como un proceso dinámico que refleja el potencial genético, el estado nutricional y el estado de salud físico y emocional del individuo. Son dos los tipos de alteraciones del crecimiento que nos ocupan: por exceso y por defecto, es decir, hipo e hipercrecimiento.
Estableceremos, en primer, lugar los criterios de normalidad, de modo que el recién nacido a término mide aproximadamente unos 50 cm., crece unos 25 cm. durante el primer año de vida, 12 cm. durante el segundo, 7 cm. en el tercero y después unos 5 cm. anuales hasta que se produce el estirón de la pubertad.
Es importante saber que aunque en ocasiones es posible obtener cierta información clínica a partir de medidas aisladas de estatura y peso, los patrones de crecimiento normales y anormales sólo pueden detectarse y reconocerse mediante la representación en una gráfica de crecimiento de una serie de medidas secuenciales sistemáticas, siendo la velocidad de crecimiento del niño y el valor absoluto de la estatura, los parámetros fundamentales a tener en cuenta de cara a establecer una posible alteración del crecimiento.
Factores que influyen en el crecimiento:
La estatura de cada individuo viene fuertemente determinada por su patrón genético, lo que quiere decir que la estatura familiar es un buen indicador del potencial de crecimiento del niño.
Una adecuada nutrición es fundamental para conseguir un crecimiento normal. Si el exceso de peso, normalmente se asocia a un mayor crecimiento, la malnutrición crónica viene a ser la causa de un retraso en el crecimiento, especialmente si dicha malnutrición es prolongada y sobreviene en los períodos de crecimiento rápido del niño.
Es posible que una malnutrición grave y precoz, incluso aún en el útero materno, condicione una permanente adaptación del niño que en el futuro se traducirá en una baja estatura, además de suponer un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Está comprobado que la privación de afecto y un ambiente psicosocial adverso tienen una importante implicación negativa sobre el proceso de crecimiento.
Existen reconocidas diferencias de tamaño, características físicas y proceso de maduración en poblaciones de raza diferente.
Para que el proceso de crecimiento ocurra adecuadamente es preciso que todo el metabolismo se mantenga en un estado de pleno y normal funcionamiento, pues cualquier enfermedad crónica, más o menos oculta, puede comprometer el proceso normal de crecimiento.
La práctica regular de ejercicio adecuado para la edad del niño resulta beneficiosa para el crecimiento.
El ejercicio de competición y alto rendimiento, en especial en las modalidades que exigen un riguroso control del peso, como es el caso, por ejemplo, de la gimnasia rítmica, sí puede constituir una seria amenaza para el crecimiento, sobre todo en la fase de la pubertad.
En cada una de ellas, tendrán más o menos importancia los diferentes factores de crecimiento, de este modo y de cara al diagnóstico, será importante conocer en qué etapa se inicia el trastorno del crecimiento. En el crecimiento postnatal distinguimos tres fases:
Resulta imposible definir los síntomas ya que son infinitas las circunstancias patológicas capaces de producir alteraciones del crecimiento en cualquier sentido.
La HISTORIA CLÍNICA constituye el paso diagnóstico inicial como en cualquier otra patología.
Ya sabemos que la estatura y el peso del niño durante el período de crecimiento dependen de múltiples factores, pero sólo en un pequeño porcentaje de casos se encuentran situaciones francamente patológicas como causa de alteraciones del crecimiento.
En este sentido, interesa conocer diferentes aspectos:
ANTROPOMETRÍA NEONATAL. El crecimiento prenatal viene condicionado por varios factores (se clasifican en factores maternos, fetales y placentarios), de tal modo, que el recién nacido del mismo sexo y edad gestacional puede presentar importantes diferencias en cuanto a peso y longitud.
Cuando el peso y longitud del recién nacido están seriamente afectados, resultado de un retraso del crecimiento intrauterino, el crecimiento general puede quedar definitivamente comprometido. Además, muchas condiciones que durante el embarazo son causa de retraso del crecimiento intrauterino, se mantienen tras el nacimiento, durante la fase postnatal.
La malnutrición fetal crónica, la ingestión de alcohol, el consumo de algunas drogas y ciertas infecciones maternas pueden ser causa de este tipo de situaciones.
PATRÓN DE CRECIMIENTO ANTERIOR. Es importante estudiar las curvas de crecimiento del niño en los años anteriores y, especialmente, las de los primeros años de vida.
Algunas situaciones como la malnutrición o síndromes de malabsorción, aunque originan consecuencias serias a cualquier edad, resultan más graves cuando se instaura en fases de crecimiento rápido.
HISTORIA FAMILIAR. Es obligado conocer la estatura de padres y hermanos con el fin de valorar el tipo de crecimiento y la estatura potencial de origen familiar.
ESTADO NUTRICIONAL. Para que el niño crezca bien deberá tener una alimentación adecuada y equilibrada y, por supuesto, deberá ser capaz de asimilar los alimentos tras un proceso de digestión y absorción adecuados.
ANTECEDENTES PATOLÓGICOS. Casi todas las enfermedades crónicas afectan al crecimiento, por lo que hemos de excluir sistemáticamente su presencia.
En determinados casos, el tratamiento de ciertas enfermedades constituyen la causa principal del trastorno del crecimiento, como ocurre con el uso de glucocorticoides, la quimioterapia, etc.
AMBIENTE PSICOSOCIAL. Existe una clara relación entre el estado psicológico, es decir, el desarrollo mental e intelectual del niño, y su crecimiento; niños sometidos a ambientes adversos crecen mal, algunos, además, dependiendo de una malnutrición asociada.
SÍNDROMES ESPECÍFICOS. Debe investigarse sobre la presencia de síndromes característicos asociados a alteraciones de crecimiento (talla baja o alta) como el síndrome alcohólico fetal, de Turner, de Down, de Klinefelter, etc.
El requisito básico para la interpretación de los PARÁMETROS ANTROPOMÉTRICOS es disponer de patrones normales que sirvan de base de comparación de los resultados. Estos parámetros se representan mediante gráficos o tablas de percentiles que muestran la dispersión de medidas obtenidas de una gran población considerada normal, según esto, habrá que realizar una correcta y seriada determinación de los siguientes parámetros:
Altura-Longitud. Peso. Perímetro cefálico. Perímetro del brazo y pliegues cutáneos. Segmento superior e inferior, longitud del niño sentado y de los miembros inferiores respectivamente. Envergadura.
Otro aspecto fundamental en la valoración del crecimiento es la evaluación de la VELOCIDAD DE CRECIMIENTO, que consiste en el aumento de estatura registrado en un determinado espacio de tiempo. Existen tablas de percentiles para este parámetro, lo que en términos prácticos significa que podemos admitir que 4,5 cm./año viene a ser la velocidad de crecimiento mínima normal para un niño en edad escolar.
Valoraremos también la MADURACIÓN SEXUAL, pues las modificaciones del crecimiento durante la pubertad presentan gran importancia. En el sexo masculino, el primer signo de pubertad es el aumento del volumen testicular, mientras que en las niñas, la pubertad da comienzo dos años antes y el primer signo suele ser el desarrollo mamario. En cualquier caso, la aceleración del crecimiento es precoz en este período, pudiendo incluso preceder a la aparición de los signos de la pubertad.
También estudiaremos la MADURACIÓN ESQUELÉTICA, ya que niños sanos, de igual edad cronológica y sexo, pueden presentar importantes diferencias en cuanto a su grado de maduración esquelética. La determinación de la edad ósea es un factor muy útil en la interpretación del crecimiento, sobre todo en la pubertad, y normalmente se obtiene comparando la radiografía de los huesos de la muñeca de la mano izquierda con los patrones normales para cada edad y sexo, este parámetro tiene una gran utilidad en el diagnóstico de situaciones de hipo o hipercrecimiento, en la previsión de la estatura final y en la monitorización de ciertos tipos de tratamientos.
Dado que son múltiples las circunstancias que pueden originar alteraciones del crecimiento, exponemos una clasificación que puede provocar hipo e hipercrecimiento, de modo que al estudiar a estos niños, podamos englobarlos en alguno de estos grupos:
HIPOCRECIMIENTO:
HIPERCRECIMIENTO:
Si hemos entendido hasta ahora el capítulo, comprenderemos que resulta imposible describir un único tratamiento ya que la actitud terapéutica variará en cada caso según la causa que provoque el hipo o hipercrecimiento.
Enviado por Jorge Urbano
Muller
23/02/2014 at 22:33
NECESITO SE ME DIFERNCIE EXPLICITAMENTE LA DIFERNCIA ENTRE CRECIMIENTO RAPIDO Y LENTO. EL POR QUÉ?.GRACIAS
sandra gonzalez
09/05/2011 at 18:40
te felicito por el trabajo, me es muy util, todo es detallado y completo. Gracias.