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Artritis reumatoide: Diagnóstico

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La presencia de los criterios diagnósticos citados en el apartado de Artritis reumatoide: síntomas, permiten confirmar en la mayor parte de los casos el diagnóstico de artritis reumatoide.

Desde el punto de vista del laboratorio, el aumento de la velocidad de sedimentación, así como de la proteina C reactiva como reactantes de fase aguda tiene un interés clínico como signo de actividad de la enfermedad. En muchas ocasiones en el laboratorio se encuentra también anemia y lo que es más especifico la determinación del factor reumatoide positivo en el suero.

Hay que decir no obstante que el factor reumatoide puede ser positivo también en otras enfermedades y, por tanto, no es un análisis especifico de artritis reumatoide, si bien los títulos altos y mantenidos se correlacionan con gran fiabilidad con el diagnóstico de esta enfermedad. Un dato importante es reflejar que la determinación del factor reumatoide, cuando es negativa, tampoco descarta la enfermedad, existiendo una forma descrita como artritis reumatoide seronegativa en la cual los análisis son negativos.

El estudio radiográfico permite establecer el diagnóstico fácil en la enfermedad avanzada aunque es poco específico al principio de la enfermedad. En las fases precoces se observa tumefacción de partes blandas de las articulaciones, a veces existe una pérdida de la cantidad de hueso en las partes extremas de los huesos, en su proximidad de las articulaciones. La pérdida de cartílago articular se manifiesta como un pinzamiento del espacio en la articulación. Existe un conjunto de signos radiológicos, valorables por los médicos, para confirmar la compatibilidad de los hallazgos con la clínica de esta enfermedad.

La artritis reumatoide debe considerarse una enfermedad persistente que, aunque pueda remitir durante un cierto tiempo, la mayoría de las veces esta remisión es sólo parcial. Conduce a un deterioro progresivo de la articulación, a lo que contribuye la sobreutilización excesiva de las articulaciones afectadas, mientras que la disminución de su uso tiene un efecto protector respecto de la evolución. Es bien conocido, que en el varón de edad media la artritis reumatoide suele tener una evolución más destructiva y que el embarazo mejora la artritis reumatoide aunque en un número alto de casos tienen nuevas recaídas después de dar a luz. En general, cuanto más tardío es el comienzo mejor es el pronóstico, siendo la agresividad de la enfermedad mayor cuanto más altos son los resultados de los análisis serológicos.

Después de diez años de evolución más del 65% de los pacientes tienen ya limitaciones importantes y después de estos diez años la mortalidad en las personas afectadas es un 50% superior a las personas de su misma edad sanas. En términos epidemiológicos se han medido las expectativas de vida considerándose tres años menor en las mujeres enfermas y siete en el caso de los varones con carácter general.

Enviado por Deny Torres

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