Como todos los padres, es natural que tú quisieras tener una lista que te indique exactamente cuándo llamar al doctor y cuándo no. Cuando nació mi primera hija, yo me convertí en una de las visitantes más asiduas de la sala de urgencias de un hospital. Iba por cualquier motivo, si la pequeña tosía un poco, si la notaba «caliente», si lloraba mucho, etc. Casi siempre me regresaban a casa y yo me sentía apenada, porque me daba cuenta de la mirada que intercambiaban los médicos entre sí. Como si dijeran… «mamá primeriza». Afortunadamente, un día conocí al doctor que se haría cargo de mi bebé, y de los dos que nacieron después. Él me dio algunas sugerencias que a mí me funcionaron y que espero te sirvan a ti también.
Para empezar, tienes que confiar en tu instinto. Si tu bebé ha estado llorón, y molesto y tu sientes o te parece que el pequeño «parece diferente» o se «comporta diferente», entonces no dudes y llama al doctor.
¿Y, qué se entiende por diferente?
Cuando digo esto, me refiero a las siguientes señales:
Estas señales son importantes sobre todo en los primeros meses de vida; en los que el bebé puede tener algún problema sin tener fiebre, o sin presentar síntomas específicos de alguna enfermedad.
¿Sabías que según algunos estudios realizados por varios científicos, la respiración de la madre y el hijo siguen el mismo ritmo, sobre todo durante el sueño?
Si notas que tu hijo está caliente, y al ponerle el termómetro, éste marca una temperatura de 38° o más; deberás llamar inmediatamente al doctor.
Un bebé puede deshidratarse rápidamente; así que en caso de diarrea y vómito, no lo dudes y llama al doctor; y, en su caso, lleva al pequeño al hospital.
Si sólo se produce una vez, o un día; tal vez no indique nada importante, pero si tu bebé pierde el apetito por más de 24 horas, hay llamar al doctor.
En los movimientos intestinales y en el vómito, puede indicar que existe un problema serio, así que hay que consultar al médico lo más pronto posible.
El abultamiento del punto blando de la cabeza, lo mismo que el punto blando hundido, requieren rápida atención médica.
No importa que todos los demás te digan que tu bebé está bien, si tú sientes que tu hijo está enfermo y necesita ver al doctor, no lo dudes. Llévalo inmediatamente. Y es que nadie mejor que tú, conoce a tu pequeño. Además, siempre es preferible que el doctor te regrese a tu casa con una simpática palmadita, a que tengas que llevar a tu bebé a urgencias, en la noche, porque no te atreviste a llamar al pediatra.
Enviado por Grecia Alemán