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Catarro

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Descripción

El catarro común o rinitis es una infección producida por virus, de carácter leve pero muy frecuente y molesta, puede repetirse varias veces al año y ocasiona grandes pérdidas en horas de trabajo y de escolarización así como económicas.

El catarro común moviliza una gran cantidad de recursos sanitarios en la época estacional, representando uno de los primeros motivos de consulta médica. Al ser muy conocido por la población es uno de los procesos en los que se da, con más frecuencia, la automedicación.

Causas

El catarro está producido por un virus. Sus infecciones son muy contagiosas, se transmiten de los enfermos a los individuos sanos que conviven en su proximidad a través de las gotitas de saliva y moco, que son expulsados cargados de virus por los enfermos al toser o estornudar.

También se contagia a través de las manos contaminadas de los enfermos al sonarse o estornudar, tras tocar útiles u objetos que contaminan, desde donde se transmiten al individuo sano. El contagio es por tanto directo del tipo nariz-mano-nariz y por transmisión aérea.

Síntomas

Los síntomas más frecuentes son: secreción de líquido, estornudo, obstrucción nasal, dolor de cabeza, tos, malestar general, a veces fiebre (sobre todo en los niños).

Su carácter es benigno (rara vez se complica con una sinusitis o una otitis) y se cura solo, con o sin tratamiento, en el plazo de 3 a 6 días.

El tratamiento no modifica el curso de la enfermedad, aunque alivia los síntomas y mejora la situación de los pacientes.

Prevención

Se debe realizar un lavado regular de manos con agua y jabón. Utilizar pañuelos desechables, para disminuir la transmisión nariz-mano-nariz y aplicarse un pañuelo en la boca y en la nariz al toser o estornudar para evitar la contaminación del aire con aerosoles procedentes del enfermo.

Respecto a las vacunas anticatarrales, utilizadas con frecuencia para prevenir los catarros (en forma oral o inyectable) son de dudosa o nula eficacia, incluso en la prevención de las sobreinfecciones bacterianas que a veces surgen sobre un proceso viral. No son anticatarrales, ni se ha demostrado un aumento en los niveles de inmunidad de los individuos que las toman. En realidad contienen una suspensión de bacterias sin efecto preventivo.

Al contrario que en la gripe, para la que sí se ha desarrollado una vacuna eficaz, contra el catarro común no se ha podido desarrollar una vacuna eficaz dada la gran variedad de virus causales así como el gran número de serotipos de cada uno.

Existen en el mercado unas 15 presentaciones distintas de distintos laboratorios, pero con poca o nula trascendencia sanitaria, y las dos vacunas bacterianas contrastadas científicamente como útiles (antineumocócica y contra el haemofilus influenzae) tampoco previenen las infecciones por virus.

Tratamiento

En el momento actual no se dispone de un tratamiento especifico que destruya los virus causantes de este grupo de enfermedades.
Existen muchos fármacos ensayados y en el mercado, pero son más un producto de la actividad comercial de algunos laboratorios que un arma terapéutica útil en estos casos.

El tratamiento indicado se orienta a apoyar con medidas de carácter general y con tratamientos sintomáticos a los pacientes.
Entre las medidas generales tenemos: ingerir abundantes líquidos, limpiar las secreciones (en los niños con jeringa, pera o drenaje postural). Rrecientemente se hace hincapié en el efecto beneficioso de la hipertermia local mediante la inhalación de aire caliente humidificado.

Desde el punto de vista farmacológico, existe una gran variedad de tratamientos con medicamentos inespecíficos dirigidos a aliviar los síntomas. Entre ellos podemos destacar:

ANALGÉSICOS Y ANTITÉRMICOS ( aspirina, paracetamol, etc.). Por su efecto analgésico, antiinflamatorio y de disminución de la temperatura alivian el dolor de cabeza, el malestar general y la fiebre si la hay.

DESCONGESTIONANTES NASALES (fenilefrina, efedrina etc.). Son eficaces para disminuir la obstrucción y la congestión nasal. No deben usarse más de 3 ó 4 días por su efecto rebote, ni en niños menores de 5 años.

Otros tratamientos propugnados por algunos autores con antihistamínicos y anticolinérgicos son poco útiles y se usan en pocas ocasiones. Incluso el ya popular tratamiento con vitamina C tampoco cuenta con documentación científica que pruebe su eficacia, aunque se usa mucho combinado con otros medicamentos dentro del cóctel que presentan muchos medicamentos anticatarrales.

El tratamiento con interferón o ribavirina como tratamientos específicos estarían indicados sólo en excepcionales circunstancias.

EL TRATRAMIENTO CON ANTIBIÓTICOS NO DEBE INDICARSE NUNCA, SALVO QUE HUBIERA UNA SOBREINFECCIÓN BACTERIANA.

Enviado por Jesús Herrera

2 comentarios

  1. juan

    22/10/2015 at 16:01

    Parecía desde niño bronquitis asmáticas crónicas y el remedio fue la vacuna anticatarral Abelló y, cuando cerró esta empresa, usé una de Parke Davis. El resultado fue muy bueno, en contra de lo que hoy se dice. Porqué ahora no se recomienda? Es porque para los laboratorios resulta más rentable vender fármacos a posteriori?
    Hoy día que sigo siendo propenso a los catarros uso una autovacuna que me preparan (vale 240 €) y me va muy bien.

  2. Carlos Mariano Burguet Pérez

    20/01/2015 at 12:00

    La vacuna anticatarral SI era eficaz; yo la he usado durante varios años y en ese tiempo no he enfermado. Desde el momento en que la retiraron estoy constipado constantemente.

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