Saludisima
×

Cepillo de dientes ideal

Compartir esta páginaShare on FacebookShare on Google+Tweet about this on Twitter

El cepillo de dientes, siendo el elemento de higiene mecánica fundamental, no es capaz de limpiar el 100 % de la superficie dentaria, especialmente la zona que se encuentra entre los dientes. Por ello, es recomendable utilizar otros elementos de ayuda, como el hilo dental y los cepillos interproximales.

Una pregunta recurrente de parte de los pacientes odontológicos es: «¿qué cepillo dental debo utilizar?»

Si bien esto merece una respuesta específica, adecuada según las características propias del paciente, en general su edad, su habilidad para efectuar la higiene y, en particular, las cualidades propias de la boca (estado, posición y distribución de las piezas dentarias, estado y posición de la encía, etc.), es recomendable un cepillo blando. Esto porque asegura dos condiciones: primera, una mejor higiene, porque se adapta y penetra mejor en las irregularidades y/o grietas en el esmalte que puedan presentar los distintos sectores a limpiar. Segunda, porque evita el trauma agudo o crónico que podría provocar un cepillado demasiado enérgico.

Además, es aconsejable es uso de un cepillo de mango flexible, de cabeza activa pequeña y fibras de nylon con puntas redondeadas.

Conviene tener en cuenta que el cepillo debe estar seco al momento de iniciar el proceso de limpieza de los dientes y que la pasta de dientes debe aplicarse en una porción de no más de un tercio de la cabeza del cepillo. Al finalizar la higiene, el cepillo debe lavarse con agua y debe sacudirse para que quede lo más seco posible.

Por último, el cepillo debe guardarse en un vaso que le permita tener contacto con aire. Además, deberá ser usado «individualmente» y desechado cuando las fibras de nylon comiencen a abrirse. De lo contrario, perderá eficiencia y se podría producir una lesión en los tejidos.

Duración del cepillado

La duración de un cepillado dental depende de múltiples factores, en especial del modo en que es usado y de la calidad de las fibras que lo componen. Debe recordarse que el cepillo, siendo el elemento de higiene mecánica fundamental, no es capaz de limpiar el 100 % de la superficie dentaria, especialmente la zona entre los dientes. Por ello, es recomendable utilizar otros elementos de ayuda, como el hilo dental y los cepillos interproximales. Esto, porque las principales enfermedades bucales son infecciosas (como las caries y las enfermedades de las encías) y comienzan en las áreas donde el cepillo generalmente no llega.

Mención especial merecen los cepillos eléctricos, muy útiles en personas con dificultades motoras o algún otro tipo de enfermedad invalidante. Por último, es importante tener en cuenta que siempre es bueno consultar al dentista para obtener una técnica adecuada de cepillado y para mejorar las condiciones de salud bucal.

Enviado por JuanFran

Agregar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*