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Científico costarricense publicó sobre la vacuna antes que Fleming

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San José.- El médico y científico costarricense Clodomiro Picado, que formó parte del Instituto Pasteur de Francia, publicó un informe sobre la penicilina en 1927, dos años antes de que lo hiciera el irlandés Alexander Fleming, considerado el descubridor de ese medicamento.

Así lo afirmó hoy en San José el médico e investigador Edgar Cabezas, quien mostró manuscritos de Picado y el volumen de 1927 de la Sociedad de Biología de París, que confirman la presentación de los informes sobre la penicilina dos años antes de que lo hiciera Fleming, en 1929.

«No estamos cuestionando los méritos de Fleming, considerado el ‘padre’ de la penicilina, sino que queremos hacer un acto de justicia histórica y que se reconozca el trabajo de ‘Clorito’ Picado», expresó Cabezas.

Los manuscritos de Clodomiro Picado, considerado el mayor científico de Costa Rica, son de investigaciones de entre 1925 y 1927 donde documenta que logró producir una «vacuna curativa no específica» tras lograr cultivar el hongo «Penicillium«.

Picado (1887-1944) se formó en París y en 1931 fue admitido en el prestigioso Instituto Pasteur. En Costa Rica fue declarado Benemérito de la Patria, una de las más altas distinciones nacionales.

Cabezas explicó que descubrieron los documentos de Picado tras una remodelación que hicieron hace más de un año en el Laboratorio Clínico del Hospital San Juan de Dios, en la capital, pero no informaron de los hallazgos, pues antes realizaron un trabajo de verificación con archivos de la época y otras fuentes en el país y en el exterior.

Una de las pruebas de los hallazgos sobre la vacuna de la penicilina por parte de Picado aportada por Cabezas es el artículo del volumen de 1927 de la Sociedad de Biología de París, en el que, en idioma francés, documenta sus investigaciones.

El artículo científico aparece presentado por el director de la Sociedad de Biología de París de la época, profesor Michel Weinberg, y en él, Picado «denominó una sustancia como ‘vacuna no especifica’, que realmente era la penicilina», afirmó Cabezas.

Lamentablemente, explicó el investigador, los descubrimientos del científico costarricense quedaron archivados y luego vinieron los años de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), con lo cual, la labor quedó en el olvido.

En los originales del reporte científico se puede leer que «hemos obtenido curaciones rápidas en la gran cantidad de forunculosis, igualmente generalizado habiendo resistido el tratamiento de vacunas sensibilizadas antiestafilocóccicas y antiestreptoccócicas en numerosos casos de dermatitis y de blevaritis estafiloccócicas, de un caso de chancro blando, de un caso de Sprue, de un caso de fístula quirúrgica y de un caso de laringitis ulcerosa».

«La vacuna fue particularmente eficaz en el tratamiento de la fiebre tifoidea y paratifoidea«, afirma Picado.

Cabezas recordó que en los años 30, durante una epidemia por fiebre tifoidea en la localidad de San Blas de Cartago, a 25 kilómetros de la capital, y en casos debidamente controlados en el laboratorio, se aplicaron vacunas y los pacientes fueron sanados.

El equipo investigador del Hospital San Juan de Dios, dijo Cabezas, comenzará un trabajo de divulgación de la obra y descubrimientos de Picado para que le sea reconocida su labor en la creación de la vacuna de la penicilina, que ha logrado salvar millones de vida en el mundo.

Fuente: ACAN-EFE.
Enviado por Analí Gomez.

1 comentario

  1. Tita

    05/03/2013 at 19:17

    En hora buena por los Ticos, Felicidades de Panamá para ustedes, nuestros buenos vecinos.

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