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Desarrollo emocional del bebé

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Según las teorías más recientes, la clave para estimular el crecimiento emocional e intelectual de tu bebé está en tu propio comportamiento: lo que haces, lo que no haces, cómo lo regañas, cómo lo recompensas, cómo le demuestras tu amor.

Los primeros dos años de vida son críticos para el desarrollo emocional e intelectual de tu bebé, porque es cuando él estará captando la información que dictará su comportamiento a través de toda su vida adulta. Sólo en el primer año, el cerebro de tu bebé crecerá de 400 grs. a 1 kg. Aunque este crecimiento está en cierta forma determinado genéticamente, la manera exacta en que este cerebro se desarrolle dependerá mucho de la interacción emocional, y esto te involucra, tanto a ti como a tu esposo. Este cerebro que crece se ve directamente influenciado por las experiencias sociales y por los estímulos emocionales que tenga durante los primeros 24 meses de su vida. Si esto falla, el resultado puede ser una vida de inestabilidad emocional.

Debes crear las condiciones emocionales, intelectuales y de seguridad que permitan que tu bebé crezca con una mente abierta, con una intensa curiosidad y deseo de aprender, y con la habilidad de procesar, entender y experimentar sus emociones con inteligencia y naturalidad.

Jamás lo fuerces a aprender, porque entonces lo hará mecánicamente, no por ganar conocimiento, sino porque sentirá que de esa manera te complace. Esto dañará su curiosidad natural.

Estimula sus sentidos desde pequeño, con música, colores, formas, movimientos.

Háblenle siempre correctamente, aunque todavía no pueda entenderlos. Esto hará maravillas por su lenguaje, y le permitirá aprender a hablar más rápidamente.

El bebé no es un bulto llorón. Es un ser humano completo, que busca estimulación sensorial, que tiene preferencias, y que tiende a tratar de entender qué es lo que ocurre a su alrededor. En este sentido, la mayoría de sus preferencias son emocionales. Por ejemplo, te será difícil establecer ciclos emocionales, como el dormir-despertar, sin la ayuda de actividades emocionales y sensoriales como mecerlo, tocarlo, cantarle, tranquilizarlo. Estas interacciones estimulan el cerebro de tu bebé, y establecen las conexiones neuronales que necesita para procesar toda esta información sensorial.

A los dos meses de edad, tu bebé ya puede verte perfectamente, y establecer contigo contacto visual. Estas primeras experiencias visuales son importantes para tu bebé, en cuanto a su desarrollo social y emocional. Así que transmítele todo tu amor en tu mirada. El o ella la entenderá.

Enviado por Javier Delgado

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