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Drogas contra el Sida

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Desde que en 1981 se notificara el primer caso del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) en el mundo, han muerto 16,3 millones de personas.

Fármacos de ingesta oral conforman el tratamiento contra el Sida.

La combinación de tres diferentes fármacos o drogas contra la infección del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), han sido los de mejor resultado. Sin embargo, se trata de una terapia costosa y de muy largo aliento.

Tal vez más alarmante aún, en la actualidad existen 33,6 millones de pacientes que viven con el virus del VIH en su organismo, muchos de ellos sin saberlo pues aún no han desarrollado los síntomas (los que podrían demorar hasta 10 años en aparecer).

Se trata de un virus que ataca al sistema inmunológico de la persona, dejando al cuerpo vulnerable a una gran variedad de enfermedades.

Síntomas del SIDA

Sus principales síntomas están caracterizados por el agotamiento continuo, resfríos, sudoración, erupciones en la piel, tos y diarrea, entre otros.

Tratamientos

Si bien es conocido como «el mal del siglo XX«, en los últimos años ha habido importantes avances en el tratamiento, el que consiste en la utilización de fármacos y se conoce con el nombre de terapia antirretroviral.

Es que mientras en el pasado el plan terapéutico se basó en la utilización de una sola droga, o monoterapia, sólo se obtuvo cierta mejoría en la calidad de vida. Pero desde que en 1995 se comenzaron a aplicar los actuales planes agresivos, que incluyen dos y hasta tres fármacos simultáneos, es posible disminuir la cantidad de virus presentes en la sangre durante un tiempo prolongado.

Breve explicación

Lo primero que debe hacer una persona diagnosticada como cero positivo o portadora del Virus del Sida (VIH) es realizar un examen de recuento de un grupo de células llamadas CD4. Esto permite medir el estado del sistema inmunológico, ya que el VIH se aprovecha de ellas para hacer copias de sí mismo, matándolas.

Una persona que cuenta con una carga viral alta (una gran cantidad de virus en la sangre), tiene más posibilidades de progresar rápidamente a Sida que una que tiene un bajo nivel de virus.

Aquí es donde se basa la gran discusión del mundo médico actual: cuándo comenzar el tratamiento. Se recomienda hacerlo cuando el recuento de células CD4 cae por debajo de 500 y la carga viral asciende a más de 10 mil copias, o en aquellos pacientes en los cuales la inmunodepresión se manifiesta clínicamente.

«Existiría una ventaja teórica al empezar el tratamiento en la fase de infección retroviral aguda, con lo cual la enfermedad tendría una evolución mucho mejor y se disminuiría el deterioro del sistema inmunológico», comentó el doctor Matías Rizzone, especialista en clínica médica del Hospital Enrique Erill, en Buenos Aires, Argentina.

Sin embargo, el especialista afirma que «esta opción es un arma de doble filo, debido a que uno de los temas claves en el éxito de la terapia es la adherencia del paciente al tratamiento, y si esto fracasa, se favorece la aparición de variantes de retrovirus resistentes a los fármacos».

Triterapia

El tratamiento preferido contra el VIH, denominado triterapia, consiste en una combinación de al menos tres fármacos diferentes. Los hay del tipo inhibidores de la transcriptasa inversa (fueron los primeros en aparecer), inhibidores de la proteasa (famosos por su efectividad) e inhibidores de la transcriptasa inversa no análogos.

El doctor Rizzone explica que ninguno de estos medicamentos se utiliza solo y que esto también varía según la persona. «Existen varios esquemas de tratamiento: siempre consisten en asociaciones de drogas y, como la respuesta es diferente en cada paciente, el esquema de medicación que puede ser bueno para un paciente puede no dar buen resultado en otro».

La mayor eficacia de esta terapia combinada en relación con la monoterapia se relaciona con un mayor descenso de la carga viral, un mayor ascenso de los linfocitos CD4, un retardo en la aparición de los síntomas, una prolongación de la sobrevida, una mejor calidad de vida y un retardo en la aparición de las resistencias.

En todo caso, la eficacia tiene directa relación con la adherencia al tratamiento, es decir, su estricto cumplimiento sin saltar ninguna dosis.

Claro que hay ocasiones en que a pesar del fiel cumplimiento se debe cambiar la medicación. Esto ocurre en aproximadamente la mitad de los pacientes. Hay dos razones que explican este hecho: la intolerancia a los fármacos, cuando los efectos secundarios que estos producen impiden continuar el tratamiento, y el fracaso de la terapia (la carga viral no se reduce).

Enviado por Grecia Alemán.

1 comentario

  1. Milka

    13/11/2012 at 18:51

    Quisiera saber los nombres especificos de los medicamentos utilizados en la triterapia, gracias

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