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El hombre, el automóvil y el sexo

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El hombre Mercedes Benz, El hombre Peugeot, El hombre Jeep, el Tigre del volante y El lenteja, son los tipos básicos de conductores según el Dr. Eduardo Pino.

El hombre Mercedes Benz

He aquí al hombre «dorado«. He aquí un ganador. Maduro emocionalmente, económicamente arriba, este «campeón» es el sueño de cualquier fémina con sus sentidos bien puestos.

El dueño de este verdadero tanque alemán sabe quien es. De lo terreno, lo ha tenido todo y su pretensión actual es fluir en lo espiritual. Ganador de muchas batallas el hombre Mercedes, sabe lo que quiere de la vida y lo consigue.

Es el perfecto amante. En la flor de la vida, experimentado, solícito, tierno; puede darse el lujo de ser romántico con su compañera en los momentos del amor físico. No le interesan los placeres per se. Él es un consumado tantrista.

La mujer lo siente como el «Gran Premio» o el «Premio Mayor«. Junto a él, ella encuentra la realización de sus sueños de niña; madurez, protección, estabilidad y realización sexual.

El hombre Peugeot

Este es un hombre misterioso. Nadie sabe si va o viene de la banca rota; en cualquier caso mantiene una dignidad a prueba de todo. A primera vista tiene ese don de lo moderno y lo clásico de una sola vez. Despierta inquietud y exalta fantasías que, tal vez, nunca se hagan realidad. Son duales, con ellos todo o con ellos nada.

Sexualmente apasionados y fantasiosos. Adictos a las escapaditas, jamás tomarán en serio una aventura, si tienen la solidez de un hogar en que lo esperan y miman. Como el león, este hombre es egótico y su principal motivación en lo sexual es «no me digan cuantas son, sólo que vayan pasando».

La actitud del Peugeot cambiará cuando la madurez interior le haga estar capacitado para cambiar de modelito.

El hombre Ferrari «Capo Rosa» (inclúyase todos los deportivos)

Aquí tenemos a nuestro muy volátil «play-boy«. Pan para hoy, hambre para mañana. Inmaduro hasta los cimientos, este «niño juguetón» suele ser el anhelo de las adolescentes.

Tienen requerimientos por montones, les encanta que los miren (a él y a su compañera de turno) y hacen mucho ruido para lograr sus propósitos. Siempre creen que están representando el papel de algún héroe de cine (James Bond) y que después los aplausos les lloverán.

En el momento de «ahora es cuando» nos encontramos con que este niño juguetón es solamente eso… un niño juguetón.

El hombre Jeep

A este especimen tenemos que dividirlo en dos categorías: El hombre Vitara (incluye Suzuki y otras) y el hombre Willys.

El hombre Vitara:

Entre los 18 y 26 años, nos inspira pasiones que no se proyectarán jamás en el tiempo. Varonil y ardiente este intrépido conductor puede llenarnos de sorpresas en lo sexual. Detrás de su imberbe apariencia hay un amante en potencia que no pretende de nosotros nada más que eso, ser un amante ocasional.

Mal enseñado, cree que el sexo fue hecho sólo para complacerlo a él u opuestamente, si es un buen amante se jactará ante sus amigos de ello, dejando el prestigio de la pareja a muy mal traer. En cualquier caso hacer el amor con él será una verdadera sorpresa.

El hombre Willys:

Ahhh ! ! El hombre «dorado» de bajo presupuesto. Aventuras increíbles con él nunca faltarán. Jamás tendrá dinero para pagar un «Motel» y lo más seguro es que su inconfortable Jeep haga las veces de tálamo amatorio.

Es tan práctico, que sacará de la mujer a la «fémina aventurera» que todas llevan dentro. Con él no hay límites ni fronteras; a veces podrá estar toda la noche haciendo el amor sin conocer «el descanso del guerrero» y otras se limitará a contemplar las estrellas como si su compañera formara parte de la Osa Mayor. Para él, hay que estar siempre preparada, no te olvides que estás con Indiana Jones.

El Tigre del Volante

Este personaje, tan justamente vilipendiado, es un peligro en las carreteras como en el mundo sexual. Obviamente estamos hablando del eyaculador precoz que sufre el peso de la velocidad de la luz en todos los aspectos de la vida.

El auto es su refugio. Se esconde tras él para salvaguardar el dolido ego de sus conocidas limitaciones en el campo amatorio. Piensa que domina su entorno dentro de su cuatro ruedas.

Las mujeres caerán como moscas ante este tigre de 120 km. por hora, para luego replegarse con absoluto descontento por la estafa de la que fueron objeto. En estas filas, encontramos a algunos conductores de locomoción colectiva y a no pocos políticos.

El Lenteja

Se denomina así al conductor que ha hecho de la vía su propio jardín. Se toma todo el tiempo del mundo para virar, para pasar los cambios y la velocidad promedio en su vida es de 40 kms. por hora.

Es el amante elegante, galante, obsequioso; que saca de quicio cuando lo que se quiere es acción rápida.

Su pareja jamás podrá quejarse de que no recibió flores para su aniversario pero si alegará que, de vez en cuando, la mata el hastío.

El hombre lenteja no es innovador, sufre de pereza con lo de los cambios y prefiere el terreno ya conocido y muy explorado. La mujer tendrá que decidirse a amar por siempre a este cauteloso guerrero u optar por escapar de la rutina y de la extremadamente tranquila forma de amar del lenteja.

Enviado por Jesús Herrera

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