Toda persona que se integra en su primer trabajo o en un nuevo puesto, se enfrenta a nuevos desafíos. Para responder a las demandas que se escapan de la cotidianidad del organismo, muchas veces, no le queda otra opción que recurrir al estrés laboral.
Debido a las exigencias del mundo del trabajo, el estrés laboral es hoy una amenaza para la salud de los empleados. Aunque el problema tiene tratamiento, muchas veces éste se interrumpe puesto que las empresas no dan el espacio para que el trabajador siga las indicaciones del médico.
«El estrés en un comienzo no debe ser interpretado como una enfermedad, al contrario, tiene una connotación positiva. Es un mecanismo defensivo, de adaptación frente a un medio adverso. Cumple el papel de una señal de alarma que le avisa al individuo que si continua funcionando con ese ritmo se le va a agotar la energía y va colapsar», dijo Maureen Castañeda, psicóloga clínica del Instituto de Seguridad del Trabajo, en Santiago de Chile.
Esto que comienza como una reacción, se puede convertir en algo dañino por varios motivos: familiares, un duelo o una separación. Cuando la causa está relacionada con el trabajo, el estrés recibe el apellido de laboral.
Multicausalidad
Hay tres factores fundamentales que pueden provocar estrés laboral:
Las características que se dan en el medio del trabajo y que pueden gatillar una reacción de estrés son:
Cuando la persona manifiesta un estrés que se mantiene en el tiempo, se debe pedir ayuda profesional, ya que el paciente puede estar en un estado invalidante debido a la sintomatología que presenta:
Además, Maureen Castañeda afirma que «no se pueden despreciar las alteraciones a nivel organizacional, porque con una persona enferma disminuye la productividad».
El tratamiento para superar el estrés es difícil, ya que el afectado siempre tendrá que enfrentarse a las exigencias que le provocaron la alteración. Sin embargo, existe uno que es ideal, pero que la psicóloga chilena considera un tanto irrealizable: «En la vida real no siempre se puede apuntar a las tres variables (contexto, vulnerabilidad y estresor), porque no hay acceso a todas, como debería ser».
Al principio, al paciente se le aleja del factor estresante sacándolo del medio adverso, recomendándole reposo, que, generalmente, es de un mes. Durante este tiempo, debe asistir a tratamiento psiquiátrico, donde se le recetarán fármacos. Paralelamente, la persona debe asistir a psicoterapia, una o dos veces a la semana, dependiendo de la gravedad del caso. Deberá ir a ver al especialista durante todo el reposo y ojalá después de haber ingresado al medio laboral nuevamente.
«La psicoterapia de apoyo está orientada a ir analizando con la persona cuáles de sus principales debilidades son las que están interviniendo en este proceso de estrés. Al mismo tiempo, se le rescata sus mecanismos adaptativos más sanos, para que los vaya internalizando como un patrón de acción para prevenir que le pase lo mismo a la hora de volver a ingresar al ambiente laboral», expresa Maureen Castañeda.
La especialista agrega que el problema se puede presentar en la última etapa, ya que, quiéralo o no, el individuo debe volver a trabajar y muchas veces en el mismo empleo y entorno. «No tenemos las habilidades para llegar y decirle al empleador que cambie al funcionario de puesto de trabajo o que a consecuencia de nuestra recomendación, le disminuya las exigencias».
En estos casos, un buen consejo es que el paciente tome actividades que lo distraigan después de terminado el horario laboral, como por ejemplo ir al gimnasio dos o tres veces a la semana, para que el trabajo no sea el primer, segundo y tercer tema de su vida.
El estrés laboral es una de las razones por lo que es importante contar con psicólogos en las empresas. De ahí el interés de los empleadores, en estos últimos años, por incluir a estos profesionales en los departamentos de recursos humanos.
Enviado por Rosario Sánchez.
Carol
28/11/2011 at 15:48
El estrés producto por el trabajo es horrible. La sensación de que nunca llegarás a cumplir con los objetivos que otros te imponen es horrorizante. Los jefes deberían entender qué somos personas y que no pueden presionarnos tanto. Hay una pelicula muy interesante que se llamar «Quiero matar a mi jefe» en donde se manifiestan distintos tipos de estrés. Está buena verla. Además es cómica.
Sds.