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Higiene del Bebé

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El baño del bebé:

Hasta que el cordón umbilical se haya cicatrizado (y la circuncisión de los varones, si es que se ha hecho) se deberá bañar al niño fuera del agua, con una toalla suave con agua y jabón, excepto en la cara, donde se utilizará únicamente agua. Esto se llama baño de esponja lo que contribuye a mantener seco el cordón umbilical

La hora del baño no es importante. Puede bañar a su bebé a cualquier hora del día o de la noche, sin embargo es conveniente crear un hábito diario, para que se acostumbre sin protestar. De esta manera esperará alegremente la hora del baño y su higiene se convertirá en una rutina agradable para Usted y para su bebé. Por eso báñelo diariamente, a la misma hora y siempre antes de las comidas.

Los niños acumulan sensaciones durante todo el día y al llegar a lo noche se encuentran cansados y en muchas ocasiones malhumorados. Quizás por éstos motivos encontrará más práctico bañarlos entre las 6 y las 8 de la noche. De ésta manera se relajan, comen y duermen mejor. Además, a esa hora generalmente los papás ya han llegado de su trabajo y pueden pasar un rato agradable con sus hijos mientras ayudan a su higiene.

La hora del baño no es importante. Puede bañar a su bebé a cualquier hora del día o de la noche, sin embargo es conveniente crear un hábito diario, para que se acostumbre sin protestar

Para que su niño no se enfríe es conveniente bañarlo en una habitación que no tenga corrientes de aire, secarlo bien y vestirlo inmediatamente. El agua deberá estar cercana a la temperatura del cuerpo, (entre 30 y 40 grados); basta con introducir el codo o la muñeca en el agua para saber si la temperatura es adecuada.

Para evitar que su bebé se contagie con alguna infección gastrointestinal, asegúrese que el agua no contenga gérmenes. En los países donde no se dispone de agua potable, será importante hervirla previamente durante 25 minutos o utilizar agua filtrada u ozonizada.

Todos los artículos que utilizará para el baño del bebé deberán mantenerse cerca de la bañera, para no desatenderlo ni un minuto.

Utilice jabones neutros o de glicerina, especialmente formulados para la tierna y delicada piel de su bebé, que evitan que se reseque.

Después de la caída del cordón, puede mojar completamente a su bebé. Este es el momento de comenzar a bañarlo en bañera.

Bañeras:

Resulta muy práctica y cómoda la plegable, que se compone de una tina de plástico rígido con su propio desagüe, colocada sobre un soporte de metal y una tapa de madera acolchada que puede servir para vestir al niño. También se puede utilizar una bañera plástica de cualquier tamaño y hasta el fregadero de la cocina o el lavamanos del baño. Si piensa utilizar una bañera común, colóquela sobre una mesa alta, donde pueda pararse cerca con comodidad.

Los bebés activos en combinación con el agua y jabón pueden ser muy resbaladizos, por lo que deberá sostenerlos cuidadosamente. Introduzca a su bebé dentro de la bañera primero los pies. Colóquelo boca-abajo para sus primeros baños. Esto permite que los disfrute más, sin temor ni llanto. Después que tenga confianza puede colocarlo boca-arriba.

Introduzca una toalla en el fondo de la bañera. Si el bebé se cae, lo hará sobre un fondo mullido. Los cojines de goma espuma diseñados con este fin se contaminan fácilmente con hongos.

Al secar al niño, evite frotarlo enérgicamente, ya que su piel es muy delicada. Puede aplicarle alguna loción lubricante después del baño.

Si desea utilizar colonias, aplíquelas sobre la ropa, no sobre su piel.

Limpieza del cuero cabelludo

Es suficiente lavarlo con shampoo una a dos veces por semana; caso contrario se reseca. Utilice un shampoo que contenga poco colorante y perfume. Masajee y peine el cabello con un cepillo suave. Esto favorece su crecimiento y evita la aparición de la mal llamada: «Costra láctea», que es una dermatitis seborreica del cuero cabelludo, caracterizada por grandes costras grasosas amarillentas, y que no tiene nada que ver con el tipo de leche que consume.

Limpieza de la boca

Limpie su boca varias veces al día, con un trozo de tela limpia o gasa, mojadas en agua bicarbonatada (un litro de agua con una cucharadita de bicarbonato de sodio).

Limpieza de las orejas

No introduzca hisopos dentro de los oídos, esto empuja la cera hacia atrás, taponando el oído. La cera tiene una función de protección y existe un mecanismo que promueve su expulsión, eliminando su exceso.

Limpie solo el pabellón de la oreja, especialmente por detrás, ya que esta zona, debido al calor y humedad, se macera con facilidad. Al contrario de lo que la mayoría piensa, no importa que penetre agua en los oídos cuando se baña. El agua contribuye a ablandar la cera y a mantener limpio el conducto auditivo.

Limpieza de del cordón umbilical

El cordón umbilical tiene un alto contenido de agua. Para que se seque es importante que el agua que contiene se evapore. Por esto es conveniente que el cordón se mantenga «al descubierto» el mayor tiempo posible. Doble la parte superior del pañal para que no roce el cordón de esa forma se secará más rápido.

El alcohol absoluto también contribuye a desecar el cordón. Por lo tanto, píntelo con alcohol absoluto cada vez que cambie de pañal, hasta su caída, lo que ocurre generalmente después de la primera semana de edad. Después que caiga, siga limpiando el ombligo hasta su curación total.

No utilice fajas y tampoco introduzca monedas o botones en el ombligo para prevenir la hernia umbilical. Con eso no lo logrará y puede ocasionar infecciones y retardo en el cierre del anillo umbilical.

El ombligo normal no debe tener secreción ni oler mal, aunque en algunas ocasiones puede presentar gotas de sangre, que no deberán alarmar.

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