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Importancia de la buena alimentacion en niños

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Los seis años son fundamentales en la vida del ser humano. Comienzan a pronunciarse las curiosidades, los «porqués» no cesan, todo es un descrubrimiento. Por ello, esta edad es esencial, ya que los hábitos quedarán a lo largo de su vida, por eso debemos resaltar la importancia de la buena alimentación en niños.

La relación entre salud y nutrición está comprobada. Por ello, los padres deben preocuparse de crear en el hijo un buen hábito alimenticio. Tarea nada fácil y que requiere de mucha paciencia y dedicación.

Pero este propósito se hace cada vez más difícil, porque al parecer ya los apetitos no son los mismos de antaño. Antes, lo normal era que los niños comieran una manzana a media tarde. Hoy, en cambio, se les apetece un chocolate, unas papas fritas o una hamburguesa y no quieren comer lo que se les sirve en casa. Es un hecho que a los niños no les atraen las frutas y verduras, sobre todo si se les ofrecen frescas, pero su aporte es necesario para el organismo.

Nilo Lambuschini, médico gastroenterólogo y nutriólogo infantil del Hospital Sant Joan de Deu, en Barcelona, España, explicó que los pediatras se encargan de aconsejar y educar a los padres sobre la importancia de una buena alimentación desde el momento en que el hijo nace. Por ello, los progenitores, desde el primer momento, saben que no deben descuidar la comida del niño.

«El problema se presenta después, cuando estos pequeños ven anuncios de golosinas por televisión o van al colegio, donde se les puede ofrecer otro tipo de alimentos», agrega.

Todos los nutrientes

La comida de los niños debe cumplir los siguientes requerimientos:

  • Cubrir las necesidades energéticas para permitir un crecimiento y desarrollo normal.
  • Evitar carencias y desequilibrios entre los distintos nutrientes.

«Los padres deben tener claro que se está alimentando a personas en crecimiento, por lo que la dieta debe incluir todos los alimentos, ya que las proteínas, grasas, carbohidratos y vitaminas son esenciales para su desarrollo», dice Lambruschini.

Los niños, sobre todo antes de los dos años, tienen mayor necesidad de calorías que los adultos. En cambio, en el segundo año el crecimiento del niño se desacelera, por lo que hay una reducción gradual de alimentos. Sin embargo, hay padres que no saben esto y le obligan a comer al niño más de lo que requieren o desean; usualmente, el pequeño determina la cantidad que debe comer.

El especialista español asegura que las calorías necesarias para un preescolar dependen del peso y de la edad que tenga. «Por ejemplo, a los 5 años son entre 70 y 80 calorías por kilo de peso».

Comer en familia

Muchas veces los padres se ven aproblemados tratando que el niño coma, ya sea porque no le gusta la comida que le ofrecen o porque están interrumpiendo su juego. Afortunadamente este inconveniente tiene varias soluciones:

  • La hora de comida no debe tener un horario rígido. Basta con que sea un horario habitual.
  • Los alimentos deben ser claramente identificables, a los pequeños les gusta saber lo que comen.
  • Cuando una comida no le agrada, se le puede ofrecer sustitutos. Por ejemplo, en vez de leche puede ser un yogur. Pero, esto no significa que se le puede cambiar la comida, si se le sirvió carne y el niño no la quiere comer, no hay que prepararle otro plato especial.
  • Si el hijo comió poco al almuerzo, la madre no debe guardarle el alimento sobrante para que lo coma un rato más tarde, porque le podría fomentar el hábito de comer a deshora.
  • Las horas de comidas deben ser placenteras, hablando de temas entretenidos e interesantes para el niño.
    Los platos se pueden decorar atractivamente.
  • El niño puede participar en el acto de tomar los alimentos y llevárselos a la boca desde el año, incluso, a los dos ya puede alimentarse por sí mismo.

Otra sugerencia para lograr que se alimente sanamente es comer en familia, ya que sentarse juntos en la mesa no es sólo para comunicarse y copartir, sino también para crear un hábito alimenticio sano. Así lo demostró un estudio estadounidense de la Escuela de Medicina de la Universidad de harvard, publicado en el suplemento Salud del diario español El Mundo:

Los investigadores escogieron a 16.202 niños y niñas de entre 9 y 14 años. Los niños respondieron a un cuestionario acerca de sus hábitos nutricionales y del número de veces que cenaban en compañía de sus padres.

El resultado fue que los pequeños que comían con su familia ingerían más frutas y verduras, sin abusar de los refrescos, frituras y comida rápida.

Además tenían mejores niveles de calcio, hierro y vitaminas C, E, B6, B12, que los niños que cenaban solos con más frecuencia. También, sus niveles de glucosa en la sangre eran mejores.

Los investigadores creen que este resultado se debe a que al comer en familia la alimentación es más sana y que los padres pueden enseñarle a los hijos sobre nutrición.

La paciencia de los padres para fomentar un buen hábito alimenticio es importante, porque lo que aprendan en los primeros años se mantendrá en el tiempo. De este modo, se evitarán enfermedades provocadas por una mala alimentación.

Enviado por Carol Figueroa.

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