Para empezar, favor de no confundir los kilitos de más con la obesidad. La obesidad se considera como el incremento de peso mayor al 30% del peso que debería de tener una persona considerada sana. Siendo más precisos, se considera obesa a una persona que al hacer una relación entre su peso y talla tiene un índice de masa corporal de 30 en adelante.
Simple: en la mayoría de los casos, NO OVULAN, y evidentemente al no ovular no hay forma de embarazarse, ya que aunque los espermatozoides lleguen muy dispuestos y entusiasmados a las trompas de Falopio, no encontrarán a quién fecundar.
El problema es que la grasa corporal produce un exceso de estrógenos extraglandulares, es decir, producidos fuera del ovario; esto a su vez provoca que el cerebro no produzca gonadotrofinas, hormonas que hacen que el folículo crezca, se desarrolle y madure, de tal forma que no se presenta la ovulación.
El único remedio en estos casos es hacer una cita con el nutriólogo. El o ella te enseñará a comer y a cambiar tus hábitos alimenticios, ya que la mayoría de las veces la obesidad es la consecuencia de la forma en que comemos.
Enviado por Juan Carlos Mory
Rebista