Saludisima
×

Invaginación intestinal

Compartir esta páginaShare on FacebookShare on Google+Tweet about this on Twitter

La invaginación o intussuscepción intestinal es un problema poco común en pediatría, pero de gran importancia, pues coloca la vida del niño en peligro. Puede ocurrir en niños de 1 mes a 2 años de edad y sucede cuando un segmento intestinal se introduce dentro de sí mismo, como la antena de una radio, lo que denominamos «telescopaje». Esto causa obstrucción intestinal, disminución del riego sanguíneo a la zona afectada (isquemia) y necrosis (muerte) de ese segmento.

La mayoría de los casos ocurren por causas desconocidas, pero en algunos existen factores que la pueden desencadenar, tales como: presencia de un divertículo (Divertículo de Meckel), inflamación de un ganglio linfático intestinal, infecciones intestinales, infecciones virales previas o la aplicación de la vacuna contra Rotavirus.

Manifestaciones Clínicas

– Dolor abdominal intermitente
– Vómitos
– Evacuaciones sanguinolentas, como «jalea de grosellas»
– Episodios violentos de dolor abdominal cólico severo, que ocasiona llanto irritable. El niño flexiona las piernas por dolor.
– Puede estar irritable o tranquilo, luciendo normal entre los episodios de dolor.
– Cuando el proceso se presenta de forma tardía, el niño puede mostrar signos de prostración, palidez y toxicidad.
– La fiebre es común.

Exámenes paraclínicos

Para un diagnóstico preciso se requiere practicar radiografías de colon con contraste (Bario), lo que llamamos Colon por Enema. En estas radiografías se puede evidenciar un característico defecto de llenado, que se puede extender desde el ciego hasta la zona afectada.

Tratamiento

Dieta absoluta e Hidratación endovenosa.
Colon por Enema: la mayoría de los casos de invaginación intestinal se reducen por la presión ejercida por el contraste a nivel intestinal. Este procedimiento es seguro y puede evitar el tratamiento quirúrgico.
Cuando falla la reducción de la invaginación por medio del enema, el tratamiento será quirúrgico.

Meyer Magarici

Agregar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*