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Juguetes sólo para adultos

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Vibradores, consoladores, penes de goma, cremas, vaginas succionadoras, películas y revistas pornográficas, lencería erótica de pequeñísima talla, muñecos inflables de tamaño natural y más. Son parte de los juguetes sólo para adultos.

Revistas pornográficas, vibradores y cremas son algunos de los juguetes sexuales que se pueden encontrar en un sex shop.

Desde que se inventaron los sex shop, en la década de los `60, cada vez son más quienes buscan en los llamados «juguetes sexuales» distintos modos de experimentar e innovar en sus relaciones sexuales. Sin embargo, cuando el uso se vuelve obsesivo, la persona puede estar pisando un terreno patológico

Quién no ha sentido alguna vez curiosidad por conocer de cerca toda esta gran variedad de implementos que se venden en los cada vez más famosos sex shop, que irrumpieron en escena en la década de los 60’s. De hecho, es tanta la atracción que suscitan estos objetos, que ya existe una ciudad en el mundo catalogada como la capital del sexo -Amsterdam, en Holanda- y en la que estas tiendas se reparten por doquier.

El uso de estos elementos es el resultado de un mercado sexual poderoso, en el que cerca del 100 % de los usuarios tiene insatisfacción sexual consigo mismo y con la pareja.

Y si bien por prejuicio la gente tiende a pensar que quienes utilizan estos «juguetes eróticos» son personas desviadas, homosexuales, morbosas o desesperadamente solitarias, la realidad dice otra cosa. De hecho, la introducción de un juguete en la intimidad alude al espíritu lúdico propio del ser humano y excita la fantasía.

«Quienes utilizan estos objetos son personas sanas y normales», dijo Miguel Sira Vargas, sexólogo y director de la Unidad Sexológica del Este, en Caracas. «Hay parejas heterosexuales, homosexuales, de todos los patrones, no hay distingo de tipo de personas. Claro que hay quienes nunca los utilizarían porque no está en su cabeza, por los tabúes», explica.

Esto último es lo que aún sucede en América Latina, donde la población no está acostumbrada a interactuar con juguetes a la hora de ir a la cama. El doctor Sira asegura que «aquí no es común la utilización de estos implementos porque a la gente le da vergüenza dar el primer paso».

Variedad

Los consoladores ofrecen un tipo de penetración distinta a la del pene, ya que la persona puede controlar el ángulo de penetración, el ritmo y la profundiad. Estos aparatos también pueden utilizarse para estimular el ano y, en el caso de los hombres, la próstata, lo que proporciona una sensación similar al orgasmo.

Los consoladores pueden encontrarse en múltiples formatos, desde la forma cilíndrica más sencilla, hasta los más realistas que imitan a un pene. Otros son curvos y están especialmente diseñados para estimular el llamado punto «G». Pueden ser de plástico, goma, silicona y vidrio.

Por su parte, los vibradores son masajeadores electrónicos diseñados para estimular los genitales. Además, permiten estimular el clítoris por períodos prolongados. Los hombres pueden usarlos para masajear el pene y el escroto.

Parejas y solitarios

Las personas que han experimentado con estos juguetes pueden ser clasificadas en dos grupos:

  • Parejas que tienen deseos de innovar en su sexualidad y quieren incorporar algún juguete.
  • Personas que están solas y que utilizan estos elementos como reemplazantes totales de la actividad sexual.

Claro que hay una gran diferencia entre ambos. La principal razón por la que las parejas acuden a estas «tretas» en su vida sexual es para darle mayor emoción y salir de la rutina. «Es gente que quiere añadirle variedad a su vida sexual», agrega el sexólogo venezolano. En comparación, «las personas que no tienen pareja y que recurren a estos juguetes lo hacen porque no quieren involucrarse en cosas afectivas, sino meramente sexuales. Su uso está dirigido al placer y a la satisfacción».

En ambos casos, el uso de estos implementos sexuales se vuelve patológico cuando la única forma de alcanzar el orgasmo es a través de ellos. «Lo malo es cuando la persona se fija a ellos y prefiere el juguete a tener relaciones con una pareja. Eso crea niveles de interrelación muy pobres», dice Sira Vargas.

Fetichismo

El especialista explica que también es importante diferenciar los juguetes sexuales de los objetos fetiches. «El fetiche es un objeto que se utiliza para excitarse, pero que no ha sido diseñado para alcanzar el orgasmo (por ejemplo zapatos con tacones), mientras que los juguetes sexuales fueron diseñados especialmente para eso».

El primer fetichista fue un hombre que trabajaba limpiando zapatos en un hotel y hurtaba esos zapatos por puro placer. Esta alusión muestra claramente que «un objeto fetiche no fue creado para dar un estímulo sexual, pero un juguete sexual sí».

Como consejo, el doctor Sira recomienda que las personas utilicen estos objetos de manera ocasional. «Se pueden incluir en la rutina, pero cuando comiencen a darse cuenta de que el juguete es casi imprescindible para ampliarla, tienen que dejarlo de lado, porque pueden provocar fijación».

Enviado por Carlos Mory.

1 comentario

  1. jhon jose rojas

    21/09/2011 at 22:13

    Tengo ya 15 años de matrimonio con mi esposa, tenemos 3 hijos, ya grandes. Estos dias vimos un programa por television donde se hablada de experiencias sexuales nuevas, de experimientar y cambiar la rutina y la monotonia que hoy dia tenemos. Ahora en nuestra relasion de hace un tiempo para aca esta pasando eso. Estuvimos hablando como la pareja que somos y hambos estamos de acuerdo en experimentar con juguetes sexuales sin necesidad de inmescuir a terceras personas. Queremos buscar juguetes, posiciones, estimulantes, todo lo que sea necesario para cambiar en todo el sentido nuestra relasion sexual de pareja, lo mas importante es que nos amamos y que a pesar del tiempo nos deseamos. Toda recomendacion sera bien aceptada.

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