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La danza del vientre conquista un nuevo espacio

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Cambiar las pesas por los velos y los aparatos del gimnasio por la sensual danza de odaliscas es una tendencia que cada día atrae a más mujeres dispuestas a conocer los secretos de la «serpiente del Nilo«.

Gimnasios, salones de baile y centros comunitarios incorporan en sus clases y programas la danza del vientre como una de las mejores alternativas para hacer ejercicio, perder peso, tonificar el cuerpo pero sobre todo disfrutar de una exquisita combinación de música y baile.

Los expertos en el tema aseguran que esta danza es una de las formas más antiguas de movimiento y que se origina en ritos pre-bíblicos que preparaban a las mujeres antes de dar a luz para ayudarlas a tener un parto menos doloroso.

«La danza del vientre te mantiene joven,» afirma Tamallyn Dallal, directora del Mideastern Dance Exchange de Miami y bailarina desde hace 22 años. «Es una experiencia completa que combina el ejercicio con la espiritualidad».

Según cuenta, «Cuando estás bailando salen cosas que uno no se imaginaba que podía hacer, mueves mucha energía, la intuición fluye, es más suave para el cuerpo que cualquier otro ejercicio y no importa que tengas libras de más, siempre luces bien».

Dallal dice que la esa danza oriental es un ejercicio completo, especialmente bueno para la zona abdominal, piernas, brazos, cintura, columna vertebral. Sus practicantes dicen que también ayuda a la flexibilidad, y tonifica los órganos internos. Solo es cuestión de entregarse, aflojar la cintura y permitir que las caderas sigan los compases de la majestuosa música árabe.

La danza del vientre es para todos, sin distinción de sexo o edad, al punto que grandes cadenas de gimnasios en Estados Unidos han incorporado el baile a sus programas de clases «con un éxito impresionante porque las alumnas quedan satisfechas con su femineidad, e inclusive las gorditas se ven muy bien», cuenta Luzdari Moreno, profesora del gimnasio Bally’s.

La moda ha llegado a las revistas para mujeres que incluyen artículos sobre el tema. Cantantes famosas como Shakira, en su último disco «Ojos así,» muestran el baile en todo su esplendor, y aquellas tímidas que nunca pensaban poder hacerlo han redescubierto sus formas femeninas que estaban dormidas. «Hice un primer curso, me compré los trajes y ahora hasta me animo a bailar en público,» dice la estudiante de baile Andrea Paipa desde Londres.

CYNTHIA ZAK

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