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Lactancia

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¿Cuándo puedo comenzar a darle el pecho a mi bebé?

De inmediato, claro, él ya sabe cómo succionar, puesto que el muy tunante lleva algunas semanas chupándose el dedo.

No existe un mejor alimento, para tu bebé, que la leche materna (lactancia materna). Después de todo, fue diseñada por la misma Naturaleza, y contiene todo lo que él necesita en esas primeras etapas de su vida.

Si vas a alimentar a tu bebé de tu seno, no te conviene hacer dieta, puesto que entonces tu leche no será de la mejor calidad. De hecho, debes mantener una alimentación parecida a cuando estabas embarazada, tal vez agregando leche y cereales de grano entero, ya que necesitarás de unas 500 calorías extra diariamente. Toma muchos líquidos, y en caso de que sufras de estreñimiento (cosa bastante común en este periodo), aumenta un poco tu consumo de fibra y vegetales verdes.

¿Cómo debo amamantar a mi bebé?

Cómo lactar es un misterio para muchas mamás primerizas. Y es que el asunto va más allá de poner la boca de tu bebé en tu pezón y dejar que la naturaleza tome su curso. Hay que saber hacerlo, para que no te duela, y para amamantarlo correctamente. Aquí tienes algunos pasos bastante simples:

1. Estimula la comisura de la boca de tu bebé con un dedo o con tu pezón, para animarlo a que la abra.

2. Cuando la boca de tu bebé esté bien abierta, inserta en ella tu pezón con firmeza, pero también con suavidad.

3. Asegúrate de que el bebé esté bien prendido del pezón, cubriéndolo casi en su totalidad, posiblemente incluyendo la aureola. La mejor posición es cuando la boca de tu bebé esté abierta contra tu seno.

4. Abrázalo amorosamente mientras come, manteniéndolo muy cerca de ti. Tu calor y los latidos de tu corazón lo tranquilizarán y lo estimularán para que siga succionando.

5. Disfruta de la experiencia, y de esos momentos, que serán los más íntimos y cercanos que tendrás con tu bebé.

Enviado por Grecia Alemán

1 comentario

  1. Pedro

    26/03/2010 at 19:41

    Impacto económico:

    Siempre es más barato alimentar con leche materna a tu bebé que alimentarlo con fórmula. Además, un bebé amamantado se enferma menos; lo cual te reduce los gastos por atención médica, medicamentos, exámenes de laboratorio, hospitalización, etc.

    También se reduce el ausentismo laboral en las madres que trabajan, al tener niños amamantados que son más saludables. Lo óptimo sería tener guarderías que apoyaran la lactancia materna en sus centros de trabajo.

    Beneficios a la comunidad:
    El amamantamiento materno favorece dos grandes esferas: baja el gasto en los servicios de salud, pues es menor el costo de la prevención que del tratamiento, y se tiene impacto en la fertilidad, con un espaciamiento de los embarazos.

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