Saludisima
×

Náuseas y vómitos en niños

Compartir esta páginaShare on FacebookShare on Google+Tweet about this on Twitter

Se define como vómitos, la expulsión violenta de contenido gástrico y hay que diferenciarlos de la regurgitación, en la que la salida del contenido gástrico no se realiza en forma brusca; además el volumen de los «buches» (regurgitaciones) es menor. Después de vomitar el niño se verá demacrado, pálido, frío y sudoroso.

Al igual que otros síntomas, el vómito es solo una manifestación de alguna enfermedad, y puede deberse a un gran número de causas, como por ejemplo:

1. Infecciones virales o bacterianas de la boca, garganta o vías respiratorias (amigdalitis, adenoiditis, sinusitis, gripe, bronquitis, neumonía, etc.)
2. Infecciones virales o bacterianas del tracto gastrointestinal (gastroenteritis, parasitosis, apendicitis, hepatitis, hernia atascada, etc.).
3. Infecciones virales o bacterianas del Sistema Nervioso (meningitis, encefalitis).
4. Intoxicaciones por alimentos, medicamentos o sustancias químicas.
5. Enfermedades metabólicas (Diabetes, Deshidratación, Cetosis).
6. Otras.

Será necesario llegar primero a un diagnóstico de la causa que los produce y tratarla, además de tomar las medidas necesarias para el control del vómito. Sin embargo, mientras no se tiene el diagnóstico de la enfermedad, existen algunas medidas que se pueden tomar para disminuir el malestar que causan en el niño y los riesgos de deshidratación.

CONSEJOS

– Ofrézcale pequeñas cantidades de líquidos fríos y dulces, por ejemplo una cucharadita de refresco sin gas o jugo (no cítricos) frecuentemente.
– No lo obligue a recibir alimentos si no lo desea ni tolera.
– Manténgalo cargado en posición vertical.
– Incline su cama unos 10-15 grados o acuéstelo sobre un porta-bebé.

Medicamentos contra las náuseas y vómitos

1. Los vómitos representan un problema importante y será preferible consultar al pediatra antes de suministrar cualquier medicamento.
2. Puede ofrecerle gotas de Metoclopramida a razón de una a dos gotas por cada kilogramo de peso, cada ocho horas.
3. Si su niño es mayor de cinco años y prefiere utilizar el jarabe de Metoclopramida, puede ofrecerle una cucharadita (5 c.c.) cada ocho horas.
4. No deberá exceder éstas dosis ni intervalos, pues el niño se puede intoxicar.

Enviado por Juan Carlos Mory

Agregar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*