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Reflexología

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El origen de la reflexología (o terapia zonal) se encuentra en China y en la India, lugares que la utilizan desde hace un milenio, para el diagnóstico o la cura de diversas molestias. Sin embargo, en la tumba de Ankmahor en Sakkarah, reconocida como la tumba de los médicos y que se remonta a la VI dinastía egipcia (alrededor del año 2330 a.C.), se encontraron pinturas donde se observa claramente cómo se trata a los pacientes a través de sus manos y pies.

La reflexología actúa sobre las zonas que pueden ayudar a mejorar las funciones de los órganos a través de masajes que se hacen, principalemente, en los pies.

«Hoy la reflexoterapia está muy extendida en todo el mundo, debido a los resultados tan extraordinarios que se han comprobado tras su utilización. Se trata de un masaje en un punto o zona determinada para obtener una reacción favorable en el órgano o sistema correspondiente», dijo a Areasalud el naturópata César Figueroa, quien ejerce en su consulta particular hace más de cinco años en Zaragoza, en España.

La reflexoterapia actúa a partir del reflejo, que es parte de un receptor periférico que es la piel, el estímulo, que es la presión ejercida sobre la terminación nerviosa (este es transmitido a través de las neuronas) y la respuesta, que es una relajación, una contracción muscular o una reacción hormonal. El sistema nervioso como órgano de comunicación, coordinación y regulación de las diferentes estructuras y funciones del cuerpo, es el que permite la aparición de múltiples reacciones reflejas en nuestro organismo.

«Hay diversas zonas reflejas a lo largo de todo el cuerpo, pies, manos, tórax, abdomen, espalda, orejas. Pero, se puede trabajar con mayor facilidad y efectividad en los pies, debido a que son dos polos muy fuertes de energía. La reflexología está dentro de la medicina del hombre total, de la salud holística. Todo se relaciona y comunica en nuestro cuerpo por medio de la terapia zonal; ponemos en acción un sistema gracias al cual, todo estímulo va seguido de una respuesta orgánica», explica Figueroa.

El método del pulgar

El reflexoterapeuta recorre con sumo cuidado y atención la totalidad de las zonas reflejadas de los pies y observa la cara del paciente, para detectar cualquier gesto de dolor. Este procedimiento será más o menos intenso según la importancia de la perturbación.

El masajista podrá descubrir bajo la piel la presencia de cristales de ácido úrico y sales de calcio, los que bloquean las terminaciones nerviosas de los pies y alteran la estimulación normal de glándulas y órganos. Con masajes se eliminan los cristales y se restaura la estimulación normal. Poco tiempo después se recuperan las funciones normales.

El masaje se realiza con la punta del dedo pulgar y se pueden utilizar aceites esenciales
. Existen dos tipos:

Masaje tonificante: produce un efecto estimulante y se efectúa cuando falta energía. Se hace con ritmo activo y enérgico, y en el sentido de las agujas del reloj. Puede durar una hora (media hora en cada pie).

Masaje dispersante: produce un efecto sedante y se efectúa cuando sobra energía. Utiliza un ritmo pausado y se hace en sentido contrario a las agujas del reloj. No debe superar el cuarto de hora para cada pie, ya que hay que evitar el exceso de estimulación.

César Figueroa explica que para el diagnóstico y localización de las zonas perturbadas se hace una exploración por medio de presiones, con el fin de detectar los puntos dolorosos. «Luego se hace el masaje en la totalidad del pie, insistiendo más en las zonas que se han encontrado alteradas», agrega el naturópata.

Con esta terapia se consigue:

  • Disolver los sedimentos o residuos en el punto de origen.
  • Mejorar la circulación sanguínea.
  • Destruir bloqueos o liberar energía.
  • Normalizar el funcionamiento orgánico y hormonal.
  • Obtener una relajación física y mental.

Para todas las edades

Esta terapia se puede aplicar a niños, adultos y ancianos, enfermos o sanos.

No se puede aplicar en:

  • Embarazos problemáticos o con riesgo.
  • Flebitis, tromboflebitis y trombosis en las piernas.
    Gangrena.
  • Infecciones agudas y fiebres altas.
  • Casos que requieran una intervención quirúrgica de urgencia.

En casos de que la persona tenga que someterse a una operación en un futuro próximo, se puede realizar esta terapia. Según los que la practican, puede ser de gran ayuda para la preparación, y también es muy efectiva para la recuperación luego de la intervención. «Para un postoperatorio resulta sumamente útil, no sólo para aliviar dolores, sino que también para evitar cualquier complicación, una pereza intestinal, retención urinaria, mejorar la cicatrización de los tejidos y eliminar los efectos tóxicos de la anestesia», explica Figueroa.

Sin embargo, la reflexología no puede efectuar un diagnóstico preciso y puntual sobre una enfermedad en particular. Esto sólo puede ser realizado por un médico. Por ejemplo, un reflexoterapeuta puede decir que la molestia del paciente es ocasionada por un riñón que no funciona correctamente, pero no puede especificar cuál es el problema específico del órgano.

Enviado por Analí Gomez.

1 comentario

  1. Mayte

    07/06/2012 at 04:15

    Hola: Tome dos terapias de reflexologia, y realmente fuerón muy dolorosas.
    Quisiera saber si todas las terapias son tan dolorosas, o depende del reflexólogo?
    Porque realmente, no me quedarón ganas de regresar, el reflexólogo me argumento q el dolor se quita con dolor.
    Espero me pueda otorgar una respuesta gracias.

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