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Resiliencia infantil

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La palabra resiliencia fue adoptada por la psiquiatría y la psicopatología durante la década de 1950 para explicar porqué los niños que provienen de familias disfuncionales y/o que viven en un ambiente cargado de carencias -tanto afectivas como materiales- son capaces de ignorar el ejemplo que ven en su entorno para convertirse en adultos responsables, comprometidos, realizados y felices –resiliencia infantil-.

La resiliencia describe la capacidad de algunos niños que después haber sentido profundos dolores igual son capaces de ser adultos felices y realizados.

¿Porqué hay niños que pese a vivir situaciones estresantes y adversas son capaces de aprender del dolor para salir adelante y tener una buena calidad de vida, mientras otros se convierten en drogadictos, alcohólicos, delincuentes o depresivos? La respuesta está en el concepto de resiliencia.

El concepto proviene de la física y describe la capacidad de los metales que después de estar expuestos al calor recuperan su forma original. Es decir, vuelven a ser como eran antes de sufrir presión.

La psicóloga chilena, Master en Ciencias de la Educación y Doctora en Filosofía de la Universidad de Londres, María Angélica Klotiarenco, quien se desempeña como gerente general de MAK Consultora S.A, explica que en el último tiempo la psicología se ha volcado a lo que se denomina «diferencias individuales«. Esto es, aquello que sobresale de la normalidad, personas que pese a estar rodeadas de estímulos negativos, se revelan contra el entorno y optan por la diferencia.

«En todo grupo humano, ya sea una familia o una comunidad, existen medidas de tendencia central. Esto significa que la mayoría será de cierto modo. Pero, también existe el caso de aquellos que se alejan de la media y que pese a vivir una situación adversa similar a la de sus pares su comportamiento es sustancialmente distinto», explica Kotliarenco.

Este es el caso de los niños resilientes, quienes a pesar de estar rodeados de numerosos factores de riesgo y de vivir situaciones de estrés, son capaces de no adoptar estas costumbres y, al contrario de lo presumible, pueden tener una vida emocional saludable y alcanzar metas académicas y económicas.

Super personas

La especialista aclara que las personas que clasifican dentro del cuadro de la resiliencia no son ni superhombres ni super mujeres, sino simplemente aprendieron a superar el dolor para construir sobre éste una vida mejor que la de su grupo de pertenencia.

Además, Klotiarenco explica que la resiliencia no es un estado permanente. «Puede que para una persona que ha sufrido mucho en su vida, sea más fácil superar las crisis, pero eso no significa que los problemas no le afecten ni que esté inmune a sufrir una depresión», agrega.

Para potenciar esta capacidad, los expertos han identificado que recibir cariño incondicional, de al menos una persona, puede ser un factor de intervención positiva que debe darse a temprana edad. Estas personas pueden ser: la madre, el padre, los hermanos, algún amigo, una vecina o un vecino, un sacerdote, una educadora de párvulos o un profesor, abuelos, tíos o primos, un doctor o enfermera, etc.

Caraterísticas de la resiliencia

Edith Groberg, Ph.D, investigadora del Civitan International Center, University of Alabama at Birmingham, en Estados Unidos, describe las siguientes caraterísticas de la resiliencia:

Yo Tengo: personas a mi alrededor que me quieren incondicionalmente y en quienes confío. Ellos me ponen límites y me enseñan, pero me dejan desenvolverme solo. Me ayudan cuando estoy enfermo o en peligro.

Yo Soy: una persona por la que los demás sienten aprecio y amor. Me siento feliz cuando hago algo bueno para los demás y les demuestro mi afecto.

Yo Estoy: dispuesto a responsabilizarme de mis actos y estoy seguro de que todo saldrá bien.

Yo Puedo: buscar la forma de resolver mis problemas. Me controlo cuando tengo ganas de hacer algo peligroso o que no está bien. Soy capaz de encontrar a alguien que me ayude cuando lo necesito.

Factores de riesgo

Dentro de las influencias negativas del entorno que pueden afectar a los niños se pueden citar:

Disfuncionalidad familiar: padres separados, agresividad dentro de la familia, falta de comunicación. Numerosas parejas de los padres.

Padres consumidores de sustancias estimulantes o alcohol: padres a los que el niño teme que se descontrolen, no le dan confianza.

Alteraciones psíquicas familiares: los pequeños notan que sus padres no los pueden proteger ni entregar las condiciones afectivas ni económicas para que se desarrollen con tranquilidad.

Baja autoestima: esto se debe a la falta de refuerzos positivos por parte de los padres.

Influencias negativas de los pares: está comprobado que los amigos ejercen gran influencia en los niños y adolescentes.

Estos factores de riesgo pueden dar paso a las siguientes situaciones:

  • Consumo de alcohol o drogas.
  • Delincuencia, lo que genera problemas con la ley.
  • Deserción y fracaso escolar, esto lleva a la falta de oportunidades debido a la carencia de estudios.
  • Sexualidad precoz, con el consecuente peligro de un embarazo no deseado o de contraer enfermedades de transmisión sexual.
  • Alteraciones en la alimentación (bulimia o anorexia).

Los acontecimientos no son malos o buenos en sí, sino que un mismo evento puede ser un riesgo en una situación y un factor protector en otra. Es aquí dónde el concepto de resiliencia alcanza su verdadera importancia, ya que gracias a este mecanismo las personas pueden ser capaces de convertir las situaciones adversas en estímulos o desafíos positivos.

Wolin y Wolin utilizan el concepto de Mandala de la Resiliencia Mandala que se sustenta en la expresión utilizada por los indios navajos para designar la fuerza interna que hace que los individuos enfermos resistan el dolor. Estos autores explican que existen 7 resiliencias:

  • Introspección
  • Independencia
  • Interacción con los demás
  • Iniciativa
  • Creatividad
  • Ideología personal
  • Sentido del humor

Enviado por Dennis Romero.

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