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Sexualidad masculina
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La sexualidad masculina también importa, aquí encontrarás la información que estás buscando.

Para comenzar debemos saber que la sexualidad masculina, es básicamente la combinación de la cultura que lo rodee, su parte psicológica y biológica.

El hombre tiene la anatomía diferente al de una mujer, lo más notorio serían los genitales, pero también existen hormonas que podrían hacer cambios notables en nuestras vidas.

Los varones suelen explorar sus cuerpos a temprana edad, mediante la masturbación; llevando a los hombres al autodescubrimiento de ellos mismos, y al de experimentar sensaciones netamente sexuales; pero qué lleva a los varones a experimentar a temprana edad, pues todo esto se debe a los impulsos sexuales.

Cuando nos ponemos a observar los animales de una manada, podremos darnos cuenta de los papeles que cumplen los machos de las hembras; siendo estos papeles muy claros; la hembra tiene como función basicamente la de engendrar y cuidar de sus cachorros; mientras que los animales machos se encargan de cazar y aumentar la manada, jefe de la manada; siendo en muchas ocasiones compartidos por muchas hembras, pero siempre teniendo su hembra principal.

Esto mismo, podemos observar en la sociedad aún; claro que en nuestra sociedad las mujeres ya no sólo se encargan de criar, cocinar y lavar, sino que han llegado a cumplir papeles muy importantes dentro de ella; sin embargo al hombre se le sigue viendo de las misma manera, como un ser netamente sexual, mujeriego, que no estan ligados a la parte emocional, como en el caso de los animales; claro que no es siempre el caso.

Sexualidad masculinaTodo esto puede deberse a una hormona llamada testosterona más conocida como «la hormona de la virilidad«, esta relacionado a nuestro apetito sexual, tiene mucho que ver con nuestros impulsos sexuales; resulta que los varones tienen mucha más testosterona en comparación a las mujeres; por tal motivo es que los hombres, piensan o desean demasiado el sexo.

Si por ahí se te cruzó por la cabeza disminuir la hormona de la testosterona en el varón, nos encontraríamos con hombres deprimidos, con falta de apetito sexual, angustiados, y hasta podriamos notar una reducción de su masa corporal. En cambio si aumentan la testosterona en la mujer, podríamos sentir casi lo mismo que los hombres, un fuerte apetito sexual, estaríamos llenos de impulsos sexuales, y quizás así comprenderíamos al hombre.

El deseo y la excitación también juegan papeles importantes en la sexualidad masculina; el deseo es basicamente el apetito sexual que es generado por distintos factores que impresionen a nuestros sentidos, puede ser desde olores, sabores, el sólo hecho de ver algo, también podemos imaginar un suceso y automáticamente desear. Mientras que en la excitación, es cambiante pues podría aumentar como también disminuir, aquí no sólo interviene las sensaciones, sino que se suma ciertos cambios fisiológicos, como la erección, aumentar la respiración, aumento de los latidos, lubricar; la excitación en su máximo esplendor podría causar al varón llegar al orgasmo, muchas veces a través de la eyaculación.

En cuanto al orgasmo, los varones tienen ciertas limitaciones, normalmente los hombres no podrían eyacular cuantas veces quieran como lo podría hacer una mujer; el período del orgasmo en un hombre es de menor tiempo en comparación con las mujeres, además el hecho de eyacular, provoca un desgaste físico; intentemos ver al semén como una fuente de energía, al ser expulsado del cuerpo, estamos expulsando también parte de nuestra energía, es por eso que muchas veces el hombre después de eyacular termina cansado, y son pocos los que retoman de inmediato el acto sexual; muchas veces necesitan un tiempo de reposo.

Esta sección no es una excusa para los hombres, ya que por ser racionales, tenemos la capacidad de elegir que tipo de vida llevar, si lo deseamos hacer como los animales con muchas hembras o simplemente disfrutar de la sexualidad con nuestra pareja. Los hombres que quieran seguir el camino del macho de la manada, tienen que ser conscientes, de las muchas Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) que existen, y en ese caso tomar las medidas necesarias para no contagiarse de alguna de ellas, y aceptar los riesgos que vienen con ellas.

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