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Un libro explora el impacto del aborto en Puerto Rico

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A pesar de que el aborto en Puerto Rico es legal desde la década del setenta, es una práctica constantemente deslegitimada y condenada por distintos sectores que obstaculizan así el derecho pleno de las mujeres a decidir sobre sus propios cuerpos.

Esta conclusión llevó a cuatro destacadas feministas e investigadoras a escribir el libro «Políticas, visiones y voces en torno al aborto en Puerto Rico«. Alice Colón, Ana Luisa Dávila, María Dolores Fernós y Esther Vicente indican en la Introducción que «en primer lugar, destacamos la importancia de la legalización como una condición necesaria para que el aborto sea una opción válida para las mujeres. En segundo lugar, exponemos cómo ello, aunque indispensable, no es suficiente para asumir su práctica como una necesidad y un derecho social».

En la década del ochenta arreció una contraofensiva de los grupos antiaborto tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos. Se dieron muchos incidentes violentos, ataques a las clínicas, a las mujeres y a los proveedores. «En este contexto era necesario hacer un análisis (sobre el aborto en Puerto Rico) porque aún siendo legal, sigue siendo deslegitimado… este clima negativo dificulta la decisión de la mujer», aseguró a fempress Alice Colón, una de las autoras quienes trabaja en el Centro de Investigaciones Sociales de la Universidad de Puerto Rico.

La legalidad del aborto en Puerto Rico fue el producto de la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos en Roe vs. Wade (1973). Debido a la relación política entre ambas naciones esta decisión fue mandatoria en la Isla.

«La legalización del aborto en Puerto Rico no fue producto de luchas internas, pero era un derecho que había que defender«, puntualizó Colón. Según la investigadora, los grupos antiaborto plantean que esta decisión fue impuesta por Estados Unidos. Añadió que la historia de las políticas de control poblacional en Puerto Rico (ejecutados por Estados Unidos) fue un factor importante en el debate y que inicialmente la izquierda asumió una postura antagónica al derecho del aborto, pero que esto ha cambiado con el tiempo. «Existe una línea muy fina entre leyes impuestas y el derecho a escoger», precisó Colón.

La académica apuntó que ha calado profundamente la teoría de los llamados «pro vida» de que el feto es un ser viviente, basado en esta opinión «las mujeres se convierten en asesinas». Una creencia que deslegitima el aborto es la valoración a la maternidad, «la definición de las mujeres como madres».

«Otro dilema moral es si existe el derecho de intervenir con la integridad corporal de las mujeres. Este es un asunto tan fundamental como la vida del feto», explicó Colón. Aunque hay diferentes visiones sobre lo que es la vida, «no hay duda de que evidentemente la mujer es una persona, jurídicamente hablando», dijo.

«Políticas, visiones y voces en torno al aborto en Puerto Rico» incluye un capítulo dedicado a las voces de las mujeres puertorriqueñas. Las autoras realizaron una serie de grupos focales para recoger el sentir de las mujeres boricuas en torno a un tema que siempre ha estado acompañado por el silencio. «Para mi fue bien significativo el sentido de satisfacción, alivio e interés que mostraron en las conversaciones. Muchas mujeres nunca habían tenido la oportunidad de hablar sobre su experiencia y se sintieron mejor al compartirlo con otras mujeres», concluyó Colón.

Firuzeh Shokooh Valle

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