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Un médico vincula desarrollo síndrome Buerger a consumo de tabaco

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Palma, (EFE) – Un médico especialista en cirugía cardiovascular, Pascual Lozano, quien hoy prestó declaración en la demanda presentada por una mujer en los juzgados de Palma contra la compañía Altadis, vinculó el desarrollo de la enfermedad conocida como «síndrome de Buerger» con el consumo de tabaco.

La demandante, Angela Avila, quien ha sufrido la amputación de las dos piernas y de un dedo, reclama a la antigua Tabacalera una indemnización de 150 millones de pesetas.

Avila asegura que fumó durante más de 25 años entre dos y tres paquetes de Ducados al día y sostiene que sufre esta enfermedad por culpa de su adición al tabaco.

La mujer se desplazó en silla de ruedas al Juzgado de Primera Instancia número 11 de Palma, encargado de resolver esta demanda, para escuchar la declaración del médico que le diagnosticó la enfermedad y que la atiende.

El «síndrome de Buerger», cuyo origen se desconoce, provoca una obstrucción de las arterias e impide la circulación de la sangre, lo que conlleva, sobre todo en las extremidades inferiores, la aparición de gangrena.

El pasado mes, el juez instructor tomó declaración a dos médicos, citados por Tabacalera, que afirmaron que no existe ninguna base científica que demuestre que el tabaco es el causante de este mal.

Sin embargo, Pascual Lozano, aunque admitió que se desconoce el origen de la enfermedad, precisó que el 95 por ciento de las personas que la padecen son fumadores.

A su juicio, la teoría científica «más aceptada» es que existe una base genética, que desarrolla este síndrome por el estímulo del tabaco.

El especialista, que trabaja en el hospital palmesano de Son Dureta, confirmó que Angela Avila sufría una gran dependencia del tabaco y que, pese a que se le previno de que esta adición estaba ayudando al desarrollo de la enfermedad, ella continuó fumando.

En los pasillos del juzgado, la mujer insistió en que estaba sentada en una silla de ruedas «por falta de información, porque no sabía que fumar fuera tan peligroso».

La demandante señaló que con el dinero que podría obtener de indemnización «no mejorarán mi forma de vida».

«Ya no tengo ganas de vivir, pero lucharé para que se haga justicia», indicó.

La semana pasada, un juzgado de Madrid desestimó una demanda presentada por un hombre que sufría la misma enfermedad, lo que, sin embargo, no ha desanimado a Angela Avila, quien apuntó que «hasta que no se resuelva mi demanda, no perderé la esperanza».

(19 abr 00) Enviado por Juan Carlos

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