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Varicela

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La varicela es una enfermedad común en la infancia, producida por el virus Varicella-Zoster, que se caracteriza por una erupción ampollar, distribuida en todo el cuerpo, muy pruriginosa, acompañada de quebranto y síntomas generales leves.

Otros nombres: peste cristal, payuelas, las «chinas«, lechina y popocha

Es una de las infecciones más contagiosas y su transmisión ocurre principalmente por contacto directo con la piel o mucosas del enfermo. Cuando se presenta un caso en un hogar, casi todas las personas susceptibles en esa casa, se contagiarán al poco tiempo. La mayoría de las veces se presenta entre los dos y diez años de edad y casi todo niño la habrá sufrido antes de llegar a la vida adulta, obteniendo así una inmunidad sólida y duradera contra esta enfermedad.

Cuando aparece en adultos puede llegar a ser muy severa, por sus múltiples complicaciones pulmonares o cerebrales. Una de las enfermedades más molestas en los adultos es el Herpes Zoster, llamado también zona o «culebrilla» , que se considera reactivación de una Varicela sufrida en años anteriores.

La Varicela se cura en forma espontánea sin embargo, si el niño se rasca o arranca las lesiones, quedarán cicatrices para toda su vida. El tratamiento de ésta molesta enfermedad consiste principalmente en el alivio de los síntomas y la prevención de infecciones secundarias.

A pesar de ser considerada como una de las enfermedades eruptivas de la infancia más benignas, en algunos casos puede llegar a ser severa, ocasionando complicaciones tales como: infección de la piel secundaria al rascado, neumonitis y encefalitis, que raramente pudieran ocasionar la muerte.

A partir del año 1995 se comenzó la distribución de la vacuna contra la Varicela. Se trata de un producto biológico desarrollado a principios de la década de los setenta, preparado con virus vivos y atenuados Varicella-Zoster, cepa OKA. Esta vacuna ha demostrado una eficacia de hasta un 98 % y un mínimo de efectos colaterales indeseables leves, tales como enrojecimiento del sitio de aplicación y una leve erupción ampollar parecida a la Varicela, que puede aparecer hasta cuatro semanas después de la inyección, en uno a siete por ciento de los vacunados. Los niños que contraen la enfermedad a pesar de haber sido vacunados, la padecen de forma leve.

A pesar de que este producto ha recibido el entusiasta apoyo de la Academia Norteamericana de Pediatría y la autorización de la FDA (Food and Drug Administration), su utilización dentro de los esquemas rutinarios de inmunización infantil se ha dificultado, debido principalmente a tres aspectos:

1) Alto costo económico.
2) La preocupación de que la inmunidad adquirida ante una enfermedad que es benigna en la infancia pueda perder eficacia a través de los años, dejando a las personas vulnerables y postergando de esta manera la aparición de la enfermedad hasta la edad adulta, cuando las complicaciones son más importantes.
3) Las dificultades que se presentan al agregar otra vacuna más al gran número de inmunizaciones que se deben aplicar en la infancia.

Los defensores de esta vacuna argumentan que las mismas preocupaciones surgieron cuando se inició la inmunización masiva contra otros virus y que tales dudas resultaron infundadas. Los numerosos trabajos de investigación que avalaron su aprobación por la FDA, comprueban una inmunidad efectiva con una duración mayor de veinte años. Por otra parte, la inmunización universal reduce el riesgo de que algún adulto se contagie, puesto que habrá menor cantidad de enfermos y de virus circulantes. Otra consideración es la relación costo-beneficio si se enfermara de Varicela: los montos invertidos en consultas médicas y medicamentos exceden al costo económico de la vacuna, sin contar las molestias, sufrimiento y posibles complicaciones que ésta enfermedad puede ocasionar.

Esta vacuna está indicada en niños de 12 meses a 12 años que no hayan sufrido la enfermedad, en una sola dosis. Los mayores de 13 años y adultos requieren de dos dosis, separadas por un intervalo mayor de un mes y está contraindicada en:

1) Menores de un año.
2) Niños que presenten alguna enfermedad febril aguda más importante que un resfriado común.
3) Personas que sufran una disminución de su sistema de defensas, como los casos de enfermedades inmunológicas, cáncer o que estén recibiendo derivados de cortisona.
4) En aquellas personas que convivan con otras que sufran una disminución de su sistema de defensas.
5) Embarazadas.
6) Alérgicos al antibiótico Neomicina.

La decisión de aplicar este producto deberá ser considerada para cada persona en particular por su médico tratante, sin embargo es evidente su importancia en los adultos que no la han padecido, especialmente en aquellos que se ocupan del cuidado infantil y los servidores de la salud (maestros, profesores, médicos, odontólogos, bioanalistas y enfermeras).

CONSEJOS

  • Vacune a su niño contra Varicela, a partir de los 12 meses de edad.
  • Si sospecha que su niño la padece, consulte prontamente al médico para su diagnóstico preciso, pues existen otras enfermedades eruptivas ampollares parecidas.
  • La higiene personal contribuirá a evitar las complicaciones cutáneas por rascado. Por lo tanto, bañe diariamente al niño con algún jabón antiséptico.
  • Para aliviar el prurito (picazón) puede aplicar lociones con Mentol y/o Calamina frecuentemente.
  • Si su médico lo autoriza, se le puede suministrar algún anti-alérgico que disminuya el prurito.
  • Explique al niño que pueden quedar quedarán cicatrices para toda su vida si rasca o arranca las lesiones.
  • Corte y lime sus uñas, para dificultarle el rascado.
  • En los casos severos el médico podrá prescribir Aciclovir, un efectivo fármaco anti-viral.
  • No suministre Aspirina para disminuir la fiebre. Su uso está contraindicado en los casos de Varicela pues puede precipitar una grave enfermedad neurológica, llamada Sindrome de Reye.

Meyer Magarici

1 comentario

  1. Gustavo

    14/08/2011 at 01:58

    Hola, muy buena noches, mi pregunta es la siguiente:
    En un adolescente de 14 años, una vez que le dio varicela o peste cristal, ¿Le puede volver a dar el mismo año en que ya lo tuvo?
    Mi hijo en Junio le dio tan fuerte que tuvieron que hospitalizarlo y ahora nuevamente esta con erupciones ¿Puede ser esto asi?
    Hoy en dia lucho cotra las marcas que le dejo en su cara especialmente con tratamientos con Dermatologo en la cual espero resultados.
    agradecido se despide:
    Gustavo Abelli C.

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