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Vitamina previene defectos neurológicos

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Tres semanas después de la concepción, el embrión muestra a todo lo largo una hendidura, que muy pronto se cerrará para formar el tubo neural. El cerebro y la médula espinal se originarán a partir de ese tubo.

El ácido fólico es una vitamina del complejo B que juega un importante papel en el cierre del tubo neural. De no estar presente en cantidades suficientes al momento del cierre (día 26 – 28 de vida embrionaria, unas 6 semanas de embarazo), puede afectarse la formación de tejidos, lo que provocará diferentes defectos en el feto.

Cuando el tubo neural no se cierra en su porción superior origina la anencefalia (ausencia de cerebro). Caso que no cierre en la porción inferior, originará lo que se conoce como espina bífida, enfermedad caracterizada por graves secuelas neurológicas y motoras en el desarrollo infantil.

Un estudio publicado en la última edición de la prestigiosa revista Pediatrics, realizado por el Dr. Roger Stevenson y colaboradores, reporta una dramática reducción en los casos de malformaciones neurológicas y espinales en el estado de Carolina del Sur, EE.UU, desde que se implementó hace 8 años una campaña estatal para aumentar el consumo de ácido fólico por parte de las mujeres en edad reproductiva.

Cuando se inició este estudio, en 1992, se presentaban 19 casos con defectos del tubo neural por cada 10.000 nacimientos, casi el doble que el promedio nacional americano. Después de lograr un aumento en el consumo de ácido fólico de 8% a 35%, mediante una campaña publicitaria a través de la prensa, radio y televisión, se observó una disminución en la incidencia de malformaciones neonatales de este tipo, a menos de 10 casos por 10.000 nacimientos.

Estas cifras permitieron considerar exitosa dicha campaña publicitaria y demostraron como una simple medida puede salvar a muchos bebés de estas terribles malformaciones congénitas. Sin embargo la campaña publicitaria no alcanzó la cobertura esperada y solo llegó a menos de la mitad de las mujeres en edad reproductiva.

Este y otros estudios relacionados concluyen en la recomendación, a toda mujer en edad reproductiva, de consumir diariamente 400 microgramos de ácido fólico, lo que puede disminuir significativamente la aparición de defectos congénitos del tubo neural.
El ácido fólico se encuentra presente en una gran diversidad de alimentos, tales como: hortalizas de color verde intenso, como el brócoli, acelgas y espinacas; melón amarillo, hígado de res y especialmente en el hígado de pollo y pavo. Algunos cereales comerciales enriquecidos con ácido fólico, remolacha, semillas de girasol, espárragos, lechuga romana y jugo de naranja.

Los niveles de ácido fólico pueden disminuir por el uso prolongado de anticonceptivos orales o de medicamentos anti-convulsivantes y en aquellas personas que no ingieren la cantidad necesaria de calorías y vegetales.

06 10 2000 Saludisima

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