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La adicción a Internet

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Nadie sabe con certeza cuántos son los afectados por esta nueva enfermedad. Sin embargo, si se utilizan estimaciones de otras adicciones, como las de alcoholismo o de la compulsión por el juego, se podría decir que entre el 5 % y el 10 % de todos los usuarios de Internet podrían ya ser o estar próximos a ser adictos.

Lo que hasta hace muy poco era considerado un vicio completamente inofensivo, hoy cuenta con clasificación siquiátrica. Es la adicción a Internet, condición sicológica que afecta a un número cada vez mayor de personas
y que, por suerte, tiene tratamiento.

Según los especialistas, el origen de la adicción a Internet radica en la
necesidad psicológica de escape.

Es que lo que hasta hace poco era considerado un vicio inofensivo, actualmente se considera una patología psiquiátrica que se conoce como adicción a Internet o, como le llaman en varios sitios de la red, webaholics.

“Básicamente, para diagnosticar la adicción a Internet se considera su semejanza con otra condición, como es la compulsión por el juego”, explicó Kimberly Young, psicóloga estadounidense considerada a nivel internacional como la primera “cibersicóloga” existente.
En 1995 Young fundó el Centro para la Adicción On-Line, primera organización dedicada a la consultoría, entrenamiento y tratamiento de la adicción a Internet. Incluso, publicó un libro sobre el tema, titulado “Atrapado en la Red”, en el que entrega algunas pistas sobre cómo sobrellevar y solucionar este problema.

La patología comienza con www.

Según explica la doctora Young, las personas más vulnerables a caer en esta adicción son aquellas que sufren de depresión, ansiedad, síndrome bipolar, baja autoestima, o en vías de recuperarse de otro tipo de adicción.

Los síntomas que delatan que a la persona adicta a la red son varios, por ejemplo:

  • ¿Se siente preocupado con la Internet? (piensa en previas actividades on-line o en las que vendrán y cuándo)
  • ¿Siente la necesidad de usar Internet cada vez por tiempo más prolongado para quedar satisfecho?
  • ¿Ha intentado, en más de una ocasión, disminuir el tiempo de conexión a la red sin éxito?
  • ¿Se siente nervioso, de mal humor, deprimido o irritado cuando intenta estar menos tiempo usando Internet?
  • ¿Permanece conectado por más tiempo del que se propuso?
  • ¿Ha puesto en peligro una relación significativa, el trabajo o su carrera debido a la Internet?
  • ¿Ha mentido a algún miembro de su familia, a su terapeuta u otras personas acerca de su grado de compromiso con la Internet?
  • ¿Utiliza la Internet como una manera de escaparse de los problemas o para mejorar su estado de ánimo? (por ejemplo, para aliviar sentimientos de depresión, culpa, indefensión o ansiedad)

Kimberly Young explica que si le persona responde “sí” a cinco o más preguntas, puede estar sufriendo de una adicción a Internet.

Para sanarse de la red

Uno de los obstáculos más frecuentes que se interpone en la terapia, como ocurre en la mayoría de los casos de adicción, es la incapacidad del adicto a reconocer su problema. Por ello, al igual que sucede en el tratamiento de alcoholismo, el adicto a Internet debe primero reconocer que sufre de una enfermedad y, segundo, debe desear recibir ayuda.

De acuerdo a la terapia que realiza la doctora Young, para mejorarse de la adicción a Internet es necesario “poner en práctica algunas técnicas para aprender la moderación. Además, es imprescindible identificar y comprender las causas que originaron el problema”.

Luego sí será posible identificar las causas. La doctora Young agrega que “bajo este tipo de adicción está siempre el elemento de escape. Para algunos se trata de escapar a relaciones on-line, para otros, escapar a la pornografía, a las transacciones, a las compras, a la información o a los juegos de computadora”.

Conviene tener en cuenta que, a diferencia del tratamiento que reciben alcohólicos y drogadictos, los adictos a Internet no necesitan abstenerse de usar la computadora para poder curarse. Más bien, lo que necesitan es aprender a regular sus conductas y a relacionarse de un modo distinto con la Internet, tal como las personas con trastornos de la alimentación deben aprender a comer nuevamente.

Las ciber-adicciones

Adicción “ciber-sexual”: adicciones a los chat de adultos o a la pornografía existente en la red.

Adicción a las “ciber-relaciones”: amistades on-line que se establecen a través de los chat y que terminan por reemplazar a los amigos y a la familia real.

Compulsiones de la Red: compulsiones que obligan a la persona a jugar, apostar, comprar y transar acciones a través de la red.

Sobrecarga de información: búsquedas o “surfeo” compulsivo en bases de datos on-line.

Adicción a la computadora: conducta obsesiva hacia los juegos de o hacia la programación de computadora.

Enviado por Leticia Azurín.

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