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La rabia es una emoción normal

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La Ley de Murphy dice que, básicamente, nada va a resultar como uno lo espera: si se busca una cosa, nunca va a estar donde suponemos; si algo va a salir mal, lo hará en el peor momento y si, por algún motivo, nuestro computador se apaga, el archivo de seguridad nunca habrá rescatado la información importante.

Tal vez la vida no tenga tal cantidad de problemas como lo asegura Murphy, pero de seguro no es fácil, ya que se presentan muchos incovenientes. Algunas veces logramos manejar los problemas y otras, la situación nos causa una profunda desazón, producto de la rabia de no poder realizar nuestros planes.

La rabia, entonces, se entiende como una emoción completamente normal, dado que proviene de la lucha con los problemas y conflictos cotidianos. Está presente siempre en nuestra vida y no existe, en realidad, ninguna persona que no la haya sentido.

El siquiatra de la Universidad Católica de Chile, Jaime Santander, explicó a que todas las personas tienen una faceta de su vida donde les cuesta más tolerar el hecho de que las cosas no resulten de acuerdo a sus expectativas.

La piedra en el camino

Cuando la rabia se presenta, miles de sustancias se disparan en el organismo. Serotonina, noradrenalina y cortisol, entre otras, forman el cuadro químico que aumenta la sudoración y la presión arterial: son momentos en que el control sobre uno mismo parece difícil de ejercer.

La rabia es una emoción normal, nos enfrentamos a ella cada día y su expresión puede ir desde eventos aislados hasta una forma de vivir la vida.

Ahora, el origen de esta emoción no es algo accidental. Generalmente es una respuesta a un hecho puntual que interfiere con nuestros planes, una barrera que resulta infranqueable y hace que el camino trazado no pueda ser cumplido o, al menos, no de la forma cómo se planeaba.

La frustración, entonces, sobreviene cuando nos damos cuenta que el camino está bloqueado. Por esto, generalmente la rabia se dirige hacia alguien o algo que se interpone en nuestros planes.

Lo importante -explica el especialista- es aprender a manejar la frustración y, para ello, el siquiatra destaca algunos puntos centrales del problema:

  • Se debe identificar en qué áreas de la vida personal es más difícil lidiar con la frustración.
  • Luego se debe reflexionar al respecto y decidir cómo se pueden resolver las limitaciones. Se debe ser capaz de asumir cuáles son los puntos débiles de la propia personalidad.
  • A veces es posible que no seamos capaces de superar alguna de las fases del proceso. En tal caso, es necesario reconocer que se necesita ayuda, ya sea de un terapeuta, de la literatura de autoayuda, la religión o talleres grupales como, por ejemplo, de teatro. Lo importante es «no detener el desarrollo personal».

Las Patologías

Cuando la rabia se instala como un sentimiento, es decir, como un estado permanente que influye en el modo cómo se vive la vida, se está en presencia de un problema que puede tener relación con alteraciones de la personalidad o con problemas en la calidad de vida de las personas.

Las emociones son fenómenos psicofisiológicos que representan modos eficaces de adaptación a ciertos cambios de las demandas ambientales.

El especialista explica algunas condiciones que facilitan el desarrollo de un sentimiento permanente de irritabilidad. Una «persona rabiosa», como habitualmente se le llama, puede ser síntoma de un trasfondo más complicado:

  • Estrés: una alta demanda laboral o problemas en el hogar, generan un alto nivel de tensión y, en algunos casos, el Síndrome Hiperestésico que se describe como una sensibilidad exagerada ante estímulos que, para el resto de las personas, son normales.
  • Depresión: vivir en este estado significa vivir al límite de las energías, con la sensación de que cualquier esfuerzo es demasiado. Por ello, cualquier carga adicional hace que el paciente explote en ataques de rabia.
  • Manías: personalidades de tipo maníaca, que responden con agresividad y euforia cada vez que se le contradice. En general, responden de con mayor irritabilidad que le resto de las personas.

FUENTE: Jaime Santander, siquiatra de la Universidad Católica en Santiago de Chile.
Por Miguel Valdivia Lapido

1 comentario

  1. idalia escalante

    01/07/2013 at 14:16

    hola espero q me ayuden soy una persona q me gusta q las cosas sean como son y ademas soy directa cuando tengo q desir algo pero soy buena,pero con mi pareja paro discutiendo cuando el hace algo lo primero q pienso es que lo hace prq no me qiere y empieza la discucion se q esta mal y cuando comemos no me gusta q me hablen porq me interrumpe y me molesto todo me molesto plis ayudenme como puedo cambiar esto me esta causando problemas a mi cerebro ya no puedo dormir bien prq cuando me levanto a orinar en la madrugada me voy a cama y ya no puedo cerrar mis ojos y se me viene a la mente muchas cosas que hago plis ayudenme

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