Saludisima
×

Señales de problemas de audición y de habla en los niños

Compartir esta páginaShare on FacebookShare on Google+Tweet about this on Twitter

Una de las principales preocupaciones de los padres cuando nacen sus hijos es confirmar que están sanos. Pero hay ciertas cosas que pueden ser más difíciles de saber. Por ejemplo, ¿cómo confirmar que pueden oír bien?

En muchos hospitales de Estados Unidos usted ya puede solicitar que a su bebé le hagan un test para verificarlo. Pero si en su país esto no es posible, todavía existen muchas formas de detectarlo a tiempo para que no afecte su capacidad para desarrollar el lenguaje y le provoque problemas sociales y emocionales.

De acuerdo con la American Academy of Audiology (Academia Americana de Audiología), un bebé con audición normal debe poder:

  • Desde el nacimiento a los tres meses: asustarse o sobresaltarse ante un sonido fuerte repentino; despertarse o llorar cuando alguien habla o hace un ruido; reconocer su voz y callarse cuando le habla
  • De los 3 a los 6 meses: mover los ojos hacia los sonidos interesantes; aparentar estar escuchando; despertarse fácilmente con los sonidos
  • De los 6 a 12 meses: dar vuelta la cabeza hacia los sonidos suaves; entender las palabras «no» y «adiós» o «chau»; comenzar a imitar sonidos del habla
  • Doce meses: empezar a decir palabras tales como «papá», «mamá» o «chau»

Estar atento a síntomas que indiquen lo contrario es muy importante, porque por lo general son los padres quienes primero se dan cuenta de los problemas de audición de sus hijos.

Eso fue lo que les sucedió a Carlos Chacón y Mirna López de Chacón con su hija Darah Nicole (2 años, a punto de cumplir 3).

«Nos dimos cuenta de que tenía un problema cuando tenía nueve meses. Luego de varios estudios, los médicos le diagnosticaron hipoacusia neurosensorial bilateral», recuerda su mamá.

Darah Nicole es casi igual que cualquier niña de su edad. Le gusta jugar, hacer travesuras y reírse. Pero como consecuencia de su falta de audición, no ha podido aprender a hablar.

La hipoacusia neurosensorial bilateral (que fue detectada en Guatemala, su tierra natal), le ocasiona una pérdida de la audición tan severa, que la pequeña no puede escuchar ni aún los ruidos más fuertes (como los producidos por una motocicleta, una cortadora de césped, un camión, un helicóptero, la música ejecutada por una banda, los zumbidos de un avión o un taladro).

La única solución para su problema es un trasplante coclear, una operación para la cual sus padres debieron trasladarse a Miami (Estados Unidos), ya que en su país no se realiza.

«La cóclea es el órgano de audición. Tiene la forma de una concha marina con una textura similar a un teclado de piano, en el que cada porción corresponde a las distintas frecuencias de audición. Por ejemplo, si alguien tiene una pérdida de audición de frecuencias altas, no oye voces de mujer y si es de bajas, no escucha las de hombres», detalla el doctor David Jassir, médico residente de Otorrinolaringología en la Universidad de Miami.

Según el experto, el implante de cóclea es, en realidad, la inserción dentro de la cóclea del paciente de 22 pares de electrodos, cada uno respondiendo a una frecuencia de sonido y un micrófono detrás del oído conectado a un procesador de sonidos similar a un radio portátil que se lleva bien ajustado a la cintura o en un bolsillo.

«El micrófono amplifica los sonidos, el procesador los decodifica y estimula los electrodos», explica el doctor.

GABRIELA ABIHAGGLE

Agregar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*