Todo lo que la mujeres embarazadas coman, tomen o incluso respiren, pasará por su sangre y llegará al bebé a través de la placenta. Ni hablar entonces de la ingesta de medicamentos, que dejan huella incluso en un organismo en condiciones normales.
Es importante no consumir medicamentos durante los tres primeros meses del embarazo para así evitar efectos adversos en el feto. En todo caso, cada vez que la embarazada quiera tomar algún remedio, deberá consultar antes con su médico
Por ello, los médicos recomiendan que las mujeres embarazadas o las que tienen posibilidad de estarlo se midan en el consumo de cualquier tipo de medicamentos.
«No hay ningún fármaco inocuo«, explica Marcelo Ignacio Albisu, especialista en ginecología y obstetricia de la Universidad de Buenos Aires, quien trabaja en el Centro de Estudios de Ginecología y Reproducción de Argentina. «Cualquier medicamento puede ser potencialmente dañino, por lo que la paciente debe acudir a su médico antes de tomarlo».
De hecho, el especialista argentino afirma que «si la mujer se enferma tiene que recurrir al médico y éste va a ser el que finalmente priorice, porque todo se va a hacer en función de riesgos y beneficios».
Por ejemplo, si la mujer sufre una infección y necesita tomar antibióticos, no debe tomar tetraciclina. Este medicamento mostró tener un efecto adverso en la dentadura del niño, dañando el esmalte y la forma en que se desarrollan los huesos del pequeño.
En general, las consecuencias de una droga son evaluadas en términos del resultado de malformaciones visibles en el recién nacido. Es que los cambios funcionales y de comportamiento a largo plazo del bebé son difíciles de evaluar y por eso pueden pasar inadvertidos.
«Durante el primer trimestre del embarazo hay que cuidarse mucho de los medicamentos y hay que tener mucha cautela, porque es el período de organogénesis o de formación del embrión y podrían desarrollarse malformaciones congénitas «, comenta Fernando Salazar Pinillo, médico de la Universidad Central de Venezuela, con post grado en ginecología y obstetricia en la Maternidad Concepción Palacios.
Marcelo Ignacio Albisu agrega que «algunos medicamentos pueden ser básicamente malos porque la paciente no los debería tomar en el momento en que lo hizo. Por ejemplo, algunos se pueden tomar en el último trimestre, pero no en el primero; otros, en cambio, no se pueden tomar al final, como por ejemplo la aspirina, ya que ésta altera la coagulación y la paciente podría sangrar más de la cuenta».
Existen ciertas precauciones que toda mujer en edad fértil y con riesgo de embarazarse debería tomar:
Además, los médicos entregan consejos a las mujeres embarazadas:
Para el doctor Albisu, esto último es importante: «Hay casos, como en la epilepsia, en los que la mujer no puede estar sin medicación y entonces se debe evaluar cuánto daño potencial puede provocar el fármaco en función del riesgo que implica el que ella lo suspenda».
Enviado por Gabriel Diez.
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