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Cambiar el pañal al bebé

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Cómo cambiar el pañal de tu bebé

Es muy importante que cambies con frecuencia el pañal de tu bebé, para evitar que se le irrite la piel, y también para que se sienta cómodo y fresco.

Esto de la cambiada del pañal es motivo de cierta preocupación para los padres primerizos, pero la práctica hace al maestro, y éste es un arte que pronto se domina.

Pasos para cambiarle el pañal

Para cambiar el pañal a tu bebé, hay que seguir tres sencillos pasos:

1. Después de limpiarlo y secarlo muy bien, y con el bebé acostadito boca arriba, hay que sujetarle los pies y levantarlos con la mano izquierda (o derecha si eres zurda). Con la derecha, extiende el pañal por debajo de las pompis del bebé.

2. Dobla el pañal sobre la panza del bebé, comenzando por entre las piernas y después por los lados (como si fuera un triángulo), procurando que quede bien centrado.

3. Presiona suavemente la parte delantera del pañal sobre la panza del bebé, y pega las tiras adhesivas para ajustarlo.

Consejos sobre el cambio de pañales

– Asegúrate que la habitación o el sitio donde vas a cambiarlo esté a una temperatura agradable, y que no haya corrientes de aire.

– Es muy importante que las pompis del bebé se mantengan limpias y secas, porque la orina, las heces y el exceso de humedad es muy irritante para su piel, que es muy delicada.

– Utiliza glicerina o cremas y/o pomadas especiales para bebé sólo en el caso de que su piel esté irritada. Y si es posible, evita el uso de talco que puede resecar la piel.

– Antes de ponerle el nuevo pañal, y después de retirar el viejo, limpia perfectamente la zona genital y las pompis de tu bebé, utilizando una esponjita humedecida en agua tibia, o una toallita húmeda si estás fuera de casa. Sécalo muy bien y procede a ponerle el nuevo pañal.

– Algo importante al cambiarlo es revisar los pliegues de las ingles, porque ahí puede acumularse algo de suciedad, humedad o sudor, que puede resultar muy irritante.

– Es muy recomendable dejar a tu bebé con las pompis al aire cuando menos un rato cada día, y siempre que el clima lo permita. Esto evitará la aparición de rozaduras en sus pompis.

– Si tu bebé es muy inquieto, distráelo a la hora de cambiarlo con algún juguete que haga ruidos o que tenga muchos colores, o movimiento. · Aprovecha el momento en que lo cambias para cortarle las uñas. Esto debes hacerlo cuando menos una vez a la semana, porque los bebés recién nacidos suelen frotarse los ojos con las manos, y si tiene las uñas muy largas, puede lastimarse. Hazlo firmemente, sin miedo y con un cortauñas especial para bebés.

– Poco a poco irás aprendiendo cuándo debes cambiar a tu bebé, pero para comenzar, procura hacerlo antes de acostarlo y también al levantarlo, porque es casi seguro que ya habrá hecho sus necesidades.

Enviado por Grecia Alemán

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